"La situación es desesperante. No es algo que comenzó este año. Las rutas vienen deteriorándose desde hace mucho tiempo", afirmó en una entrevista radial. Según explicó, Vialidad Nacional –que fue disuelta hace algunos días– está desactivada, y no interviene de manera significativa desde hace años.
El diagnóstico es alarmante: la red de rutas del país no ha crecido en décadas, mientras que el tránsito se ha multiplicado. “Tenemos la misma cantidad de rutas que hace muchos años, pero con un flujo de vehículos completamente diferente”, remarcó Ruppel.
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Ante este escenario, lanzó una pregunta clave: “¿Quién se va a ocupar ahora del mantenimiento, la asistencia y las emergencias en las rutas?”
Ruppel cuestionó el plan del Gobierno nacional de trasladar la responsabilidad del mantenimiento vial a las provincias o de avanzar hacia un esquema de privatización. Y fue tajante: “Las provincias no tienen fondos. Si no pueden sostener hospitales ni escuelas, mucho menos van a poder hacerse cargo de las rutas”.
Además, recordó que cuando se intentó ofrecer las rutas principales a operadores privados, no hubo interesados por el alto nivel de deterioro y los costos de inversión que implican. “El modelo de concesiones no es sencillo de aplicar. Tiene costos elevados, plazos largos de recuperación y riesgos económicos importantes”, advirtió.
Y sumó un dato crucial: “El precio de los peajes sería insostenible. Y los privados no van a invertir en zonas como Pino Hachado o el norte rural, donde Vialidad presta asistencia vital en emergencias climáticas o cortes por nieve”.
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Para Ruppel, el problema trasciende el pavimento: “Vialidad no es solo repavimentar. También es presencia estatal en emergencias. Es una herramienta clave para la conectividad y la asistencia”.
“¿Quién no tiene un familiar o conocido que haya tenido un accidente de tránsito?”, se preguntó. Y agregó: “Estamos hablando de vidas humanas, pero también del altísimo costo económico que significa la atención a la accidentología: ambulancias, hospitales, cirugías. La inversión en rutas también es una política de salud”.
Finalmente, remarcó que la desaparición de Vialidad Nacional es un error estratégico. “Estamos desmontando un organismo que cumple un rol estructural en la integración territorial del país. Si no se actúa con urgencia, el colapso de la infraestructura vial va a tener consecuencias gravísimas”, concluyó.
