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Política proyecto | Congreso | Cristina Kirchner

Alberto Fernández arrancó su plan de ajuste del gasto con un guiño del kirchnerismo

El gobierno pretende bajar el déficit al 4,5%, pero el FMI le reclama llevarlo al 3%. Si se aplica la nueva fórmula para calcular jubilaciones, representará inevitables recortes en los ingresos de millones de personas.

Forzado por la crisis económica y la necesidad de renegociar la deuda con el Fondo Monetario Internacional –que esta semana envió una misión a nuestro país-, el presidente Alberto Fernández bajó la orden de ajustar las cuentas públicas para acotar el gasto y bajar el déficit fiscal, que este año trepará nada menos que a 8 puntos del PBI por las erogaciones excepcionales para atender los efectos de la pandemia. En el presupuesto 2021, el ministro Martín Guzmán –que cada día gana mayor poder dentro del Gabinete- prometió bajar el déficit a 4,5% del PBI. No sería suficiente: el FMI reclama un ajuste mayor, del 3%.

Enviará en los próximos días al Congreso un nuevo proyecto de ley de movilidad jubilatoria que, en los hechos, implicará un retroceso en la actualización de los haberes previsionales.

Guzmán es consciente de la necesidad del ajuste aunque en público pregone lo contrario. En esa línea, enviará en los próximos días al Congreso un nuevo proyecto de ley de movilidad jubilatoria que, en los hechos, implicará un retroceso en la actualización de los haberes previsionales. Además, se prevé la reducción del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) en diciembre y la desaparición de este programa el año próximo, como así también restricciones en el ATP, el subsidio que el Estado otorga a las empresas para sortear la crisis provocada por la pandemia. Como si esto fuera poco, a partir del año próximo habrá subas en las tarifas de los servicios públicos a partir de un fuerte recorte en los subsidios presupuestarios.

Estas decisiones no serán gratuitas

Fernández sabe del costo político que implicarán estos ajustes: por de pronto, la CGT y los movimientos sociales ya levantaron su voz de rechazo. La central obrera –que supo ser una aliada clave de Fernández- comenzó a marcar distancia del Gobierno, ofuscada porque sus reclamos por mayores subsidios a las obras sociales siguen sin ser atendidos. No descarta convocar a medidas de fuerza. Desde el Congreso, la oposición de Juntos por el Cambio promete dar una fuerte batalla discursiva en contra del proyecto de movilidad jubilatoria del Gobierno, cuya fórmula se regirá por los índices de aumentos de salarios y recaudación, similar a la que tenía Cristina entre 2009 y 2015. Al excluir la inflación como componente de la fórmula, los haberes tenderán ineludiblemente a la baja, denuncian los opositores.

En la disputa mediática entre el oficialismo y la oposición sobre la cuestión jubilatoria subyace una enorme dosis de hipocresía. Cuando en diciembre de 2017 el macrismo incorporó a la inflación como variable de la movilidad jubilatoria lo hizo para ajustar a la baja los haberes previsionales, convencido de que en los años subsiguientes la economía experimentaría un fuerte crecimiento económico y cedería el índice de precios; por esa razón excluyó la recaudación tributaria como componente de la fórmula heredada de la gestión de Cristina Kirchner.

Ante el peligro de que el costo del sistema previsional profundice aún más el rojo fiscal, Alberto Fernández suspendió la fórmula macrista.

Sin embargo, las previsiones optimistas del macrismo estuvieron lejos de cumplirse –la cotización del dólar se duplicó y el índice de precios trepó a casi el 50%-, por lo que los haberes jubilatorios –ajustados por inflación- tuvieron la oportunidad de recuperar por primera vez su poder adquisitivo. Ante el peligro de que el costo del sistema previsional profundice aún más el rojo fiscal, Alberto Fernández suspendió la fórmula macrista en diciembre del año pasado y ahora propone reeditar la fórmula de la última etapa de la gestión kirchnerista para evitar que el sistema colapse.

“Nosotros sabemos que el sistema previsional no es sustentable con un 40% del mercado laboral en negro. Pero no le vamos a regalar el discurso al kirchnerismo; en 2017 ellos nos acusaron de pretender masacrar a los jubilados con la fórmula de movilidad y se movilizaron frente al Congreso para arrojarnos toneladas de piedras. No se lo podemos dejar pasar”, anticipó, en tono de revancha, un diputado de Juntos por el Cambio.

La nueva movilidad jubilatoria anticipa una discusión difícil en el Congreso. Fernández se garantizó, al menos, el apoyo del kirchnerismo en defensa de la ley. En medio de los cortocircuitos con la vicepresidenta Cristina Kirchner por distintos temas –entre ellos por la postulación de Daniel Rafecas, el candidato de Fernández a la Procuración- el respaldo de Máximo Kirchner al proyecto no es un dato menor. Después de todo, Fernanda Raverta, la titular de la ANSES, es una dirigente de La Cámpora.

Logros del kirchnerismo duro

El kirchnerismo se adjudicó otros dos logros esta semana. Uno de ellos fue la salida de María Eugenia Bielsa del Ministerio de Vivienda; la santafesina era una de las funcionarias más criticadas por Cristina Kirchner. La vicepresidenta logró que uno de sus laderos, el intendente de Avellaneda Jorge Ferraresi, ocupe su lugar. Así, el kirchnerismo suma otra caja suculenta –de más de $126.000 millones anuales- que le permitirá ampliar su poder territorial.

Al kirchnerismo, sin embargo, no le resultan inocuas las críticas opositoras y mediáticas sobre el ajuste del gasto que, forzosamente, debe realizar el Gobierno.

Al kirchnerismo, sin embargo, no le resultan inocuas las críticas opositoras y mediáticas sobre el ajuste del gasto que, forzosamente, debe realizar el Gobierno para mejorar las cuentas públicas y renegociar con el FMI. A manera de compensación, convocó el martes próximo a debatir en el recinto de la Cámara de Diputados el tan demorado como polémico proyecto a las grandes riquezas, una iniciativa resistida por Juntos por el Cambio y por buena parte del empresariado. El proyecto pertenece a Máximo Kirchner; de ser convertido en ley –todo indica que así será-, será el primer trofeo que levantará el primogénito de la vicepresidenta en medio de los avatares de una economía todavía sin certezas.

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