Según informaron desde la URI, los agentes inspeccionaron a los internos alojados, las instalaciones del módulo de detención, el estado edilicio y realizaron el recuento total de los detenidos.
En medio del procedimiento, los agentes de la CGI encontraron tres teléfonos celulares y dos cargadores que se encontraban en posesión de los internos. Tras el hallazgo, los efectivos informaron lo ocurrido al fiscal en turno para coordinar las tareas administrativas correspondientes.
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Tres teléfonos y dos cargadores, el saldo de la requisa policial.
Tras el hallazgo, desde la Unidad Regional I resaltaron que “este tipo de intervenciones busca reforzar los controles de seguridad, evitar irregularidades dentro de las instalaciones y garantizar el orden en el penal”.
En tanto, destacaron la eficacia y profesionalismo de los agentes, subrayando la importancia de estas acciones en el mantenimiento de la seguridad y el cumplimiento de las normativas vigentes en los centros de detención.