Alejandra Ironici era una referente de la lucha LGTBI+ en Santa Fe.
La Fiscalía de Violencia de Género, Familiar y Sexual de Santa Fe formalizó la acusación contra Héctor Damián Barrero como autor del transfemicidio de la activista LGBT+ Alejandra Ironici, ocurrido en agosto del año pasado. La audiencia preliminar se prolongó durante casi tres horas y fue presidida por el juez Nicolás Falkenberg.
La fiscal Alejandra Del Río Ayala anticipó la evidencia que obra en la causa y el pedido de pena de prisión perpetua contra el sospechoso, única condena posible para este tipo de crímenes; la acusación fue acompañada por las abogadas querellantes Laura Gerard, del Centro de Asistencia Judicial a la Víctima, en representación de la hermana de Ironici, y de Vanesa Vargas, representante de la Asociación Civil Instituto de Polìticas Públicas LGBT+ y de la Colectiva de Abogadas Translesbofeministas.
La Fiscalía había dado por concluida la investigación en diciembre, cuando presentó la acusación ante la Oficina de Gestión Judicial. Ahora, con la concreción de la audiencia preliminar, el juez Falkenberg deberá resolver las incidencias planteadas previo al desarrollo del juicio.
Alejandra Ironici fue asesinada la madrugada del domingo 21 de agosto de 2022 en su casa de Pasaje Público al 8100, pero no se supo nada del ataque hasta el lunes por la mañana, cuando un sobrino ingresó al domicilio y la encontró. A las pocas horas se dio la detención de Barrero, con quien Ironici mantenía una relación de pareja desde hacía cinco meses, aproximadamente.
De acuerdo a la investigación de la Fiscalía, Barrero apuñaló por la espalda a Alejandra y luego intentó prenderla fuego. En la audiencia preliminar, Del Río Ayala precisó que la víctima presentaba 46 heridas cortopunzantes en zona de cabeza, cuello, hombros, brazos y tórax.
Alejandra Ironici fue encontrada en su vivienda por su sobrino; el personal del Comando Radioeléctrico fue comisionado a la vivienda por el 911, debido a la existencia de un principio de incendio. El sobrino de Ironici manifestó que al regresar de su trabajo había encontrado a su tía quemada y sin aparentes signos vitales en el interior de su habitación. También mencionó que faltaba de la cochera de la vivienda el automóvil Fiat Palio gris que era de su tía y que tampoco estaba en el domicilio la pareja de ella, Héctor Damián Barrero.
Cerca de las 6:40 del 22 de agosto, el personal del Comando encontró el auto de Alejandra estacionado sobre calle Padre Luis Dusso al 7200. La moradora de la vivienda en cuyo frente se encontraba estacionado el auto, una trabajadora sexual, sostuvo que el dueño del vehículo era su cliente y que se encontraba en el interior de la vivienda.
La mujer entregó a la policía una valija que había traído Barrero en cuyo interior contenía prendas de vestir, llaves, una billetera con dinero en efectivo, papeles varios a su nombre y un secador de pelo. También entregó un portafolio en cuyo interior había un cargador de celular, una notebook con su cargador, dos pen drive, una botella de alcohol, un encendedor, cigarrillos y un formulario de propiedad de una motocicleta a nombre de Alejandra Ironici. Por último, la mujer también entregó un teléfono celular que se encontraba oculto en el interior de un colchón y se procedió a la detención de Barrero.
Desde el interior del auto se secuestró una olla, una garrafa y un caño de 73 cm con punta de hierro macizo, en el que se detectaron manchas, rastros y/o fluidos corporales a partir de la reacción del Luminol, tanto debajo del volante, como en el cubre alfombras del lado del conductor. Además, se confirmó la presencia de sangre de la víctima en las zapatillas que vestía el imputado al momento de su detención, así como en la hoja y en la intersección de la cuchilla secuestrada del cajón de la cocina de su vivienda.
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El hombre fue imputado como autor de transfemicidio agravado por el vínculo y por violencia de género y desde entonces se encuentra en prisión preventiva. Del Río Ayala precisó la acusación de transfemicidio “por el contexto y por la persona de quien estamos hablando, una mujer trans, una referente que dedicó su vida a lugar por los derechos de las personas trans, lo que hace que no se trate de un crimen común, sino que se trata de un transfemicidio”, y agregó que “está la figura de femicidio porque ella era mujer trans y el agravante del vínculo porque el agresor era su pareja”, resumió.
Los acusadores presentaron una lista de testigos de más de 70 personas que serán citadas a declarar en el juicio. De los testimonios recabados en la investigación se pudo reconstruir la historia de vida de Ironici, militante, reconocida por su lucha y una de las máximas referentes del colectivo trans y de las diversidades y las agrupaciones LGTBI+ dentro de la provincia de Santa Fe
Ironici también presidía la asociación civil sin fines de lucro llamada “MISER” (Movimiento de Integración Sexual, Étnica y Religiosa) orientada al fomento de políticas inclusivas en materia de diversidad sexual, étnica y religiosa en diversos ámbitos. Ironici nació en el seno de una familia muy humilde de Tostado, localidad que tuvo que dejar, entre otras razones, porque su padre –ya fallecido– no aceptaba su elección de género.
Alejandra intentaba ayudar a Barrero con sus problemas de adicciones, incentivarlo para estudiar, trabajar y que lo motivaba a vincularse con sus hijos. Su sobrino dio cuenta de que ya le habían faltado una computadora, un juego de llaves y otros elementos, durante un período en el que Damián se fue de la casa durante un par de semanas, sin dejar rastros; esta situación incluso llevaba a que su tía dejara la llave puesta cuando salía, por temor a que Damián ingresara.
En lo que respecta a las últimas horas de vida de la víctima, se logró precisar que el sábado 20 de agosto por la tarde Alejandra encargó comida vía whatsapp a una rotisería del barrio y que pasó a retirar el pedido alrededor de 20.15. La testigo recordó cómo estaba vestida, que había ido en su auto y le había manifestado que estaba apurada. En el mismo sentido, una pareja amiga de Alejandra sostuvo que junto con Damián fueron a cenar a su casa y que llevaron comida de rotisería; estuvieron cenando los cuatro y luego Alejandra y Damián se retiraron. Uno de los testigos aportó un video que filmó esa noche la propia Alejandra, donde se la escucha cantar y se lo puede ver a él, a su pareja y a Damián, todos alrededor de la mesa.
Finalmente, dos vecinas declararon de manera concordaste que se despertaron el domingo cerca del as 3 de la mañana porque escucharon, respectivamente, varios gritos y un ruido fuerte; una de ellas remarcó que salió hasta la vereda y pudo determinar que los ruidos provenían de la casa de Alejandra, pero imaginó que era una reunión. Otra persona, que pidió declarar en la causa sin revelar su identidad, precisó que la despertó “un ruido muy fuerte en el suelo”, como que alguien se cayó y se golpeó la cabeza. También escuchó que Alejandra gritaba, decía repetidamente “basta” y luego que pedía ayuda, ya sin fuerzas.
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