Este lunes se conocerá el veredicto en el juicio por el homicidio de Julio Cabal, asesinado en 2019 tras un asalto en su almacén de Urquiza al 2200. A partir de las 14, el tribunal de jueces, conformado por Jorge Patrizi, Susana Luna y José Luis García Troiano dará a conocer la sentencia para Juan Cruz "Colita" Gambini, único imputado en la causa. Fiscalía y querella solicitaron la pena máxima, mientras que la defensa apuntó a la absolución o en su defecto que se lo condene sin el agravante del criminis causa (por no haber logrado el robo).
El juicio concluyó el viernes con los alegatos de cierre y sus respectivos pedidos de pena y absolución de la partes. El primero de los pedidos fue realizado por los fiscales Ana Laura Gioria y Gonzalo Iglesias, quienes solicitaron que Gambini sea condenado a la pena máxima de prisión perpetua tras sostener que durante el debate se probó cómo una concatenación de hechos posicionaron a "Colita" en el almacén donde ocurrió el asesinato.
Según los fiscales, los registros fílmicos fueron claves, ya que permitieron colocaron a Gambini antes y después del homicidio. Primero, cuando se dirigió al almacén y fue captado por una cámara en Mendoza y San José. Y luego, cuando huyó del local y quedó grabado en Salta y avenida Freyre, mientras iba motorizado. En esa línea, ambos funcionarios destacaron que el motociclista que fue captado en las cámaras, y el cual circulaba en una motocicleta blanca, vestía ropa similar: un buzo canguro gris y un pantalón oscuro con linea blanca, indumentaria muy similar a la que llevaba Gambini el día que lo detuvieron los investigadores del caso.
La Fiscalía también puso como prueba central la gorra (tipo boina) que dejó el asaltante que mató a Cabal y que fue semejante a la que llevaba puesta el motociclista que fue captado en Mendoza y San José, a bordo de una moto blanca.
"Hay ADN Gambini en esa gorra", refirió al respecto el fiscal Iglesias tras argumentar que ese accesorio fue un elemento por demás de contundente que confirma que Gambini estuvo en el local y fue quien mató con un tiro en el pecho al comerciante. Es que dicha boina tenía tres pelos que fueron enviados a pericia y cuyo resultado demostró que si bien no eran del imputado podrían ser de su padre o en su defecto de un hijo.
Sumado a ello, los fiscales hicieron hincapié en el testimonio del testigo de identidad reservada que declaró en la causa haber visto salir del local de donde mataron a Cabal a un hombre que vestía ropa oscura y el cual se subió a una motocicleta y se fue a toda velocidad por calle Salta hacia el oeste. Justamente ese testigo, aportó información a los investigadores que confeccionaron un retrato hablado que en su momento coincidía en un 80 por ciento con el hoy imputado Gambini.
Al pedido de prisión perpetua realizado por la Fiscalía, se sumó el de la querella del caso, cargo de las abogadas Vivian Galeano y Lucrecia Fernández que asistieron durante toda la causa a Inés Masino, la mamá del fallecido Julio Cabal. Ambas abogadas solicitaron la pena de reclusión perpetua para Gambini tras sostener, al igual que los fiscales, que durante el debate se corroboró la autoría de Gambini en el lugar del hecho.
En tanto, sostuvieron que el caso marcó a la ciudadanía santafesina porque lo ocurrido le pudo pasar a cualquiera. "El disparo de Gambini, más allá de significar el llanto desgarrador de sus papá, que ustedes mismos pudieron presenciar, y que será eterno, también significa muestra de la inseguridad que vivimos", dijo Galeano.
"La muerte de Julio permite que todos empaticemos con ese lugar de vulnerabilidad, con esa sensación de desprotección que nos coloca a todos por igual", agregó la abogada del Centro de Asistencia Judicial. "Julios nos viene a decir que esto le puede pasar a cualquiera de nosotros", destacó en otro tramo.
Galeano señaló además que Julio son todos los empleados de comercio cuando abren y cierran sus puertas o son los jubilados que van al banco y tienen miedo de ser victimas de una salidera."Julio fue y es la inseguridad que vivimos", señaló.
"El disparo de Gambini, además de haber destruido el corazón de Julio, significó las más de 5000 personas que se juntaron en la calle y pidiendo justicia. Esas personas eran más de 5000 personas con miedo a que le roben las oportunidades como a Julio", reflexionó la abogada antes de pedir la perpetua para el imputado.
La defensa de Gambini por su parte, a cargo de Luis Rittiner, señaló que durante el debate no se corroboró ninguna prueba concluyente en que Gambini estuvo en el almacén en donde mataron a Cabal. De hecho, indicó que la prueba de la boina hallada en el local, no lo vinculó al caso sino que lo excluyó. El abogado se refirió además a que por ejemplo una cámara, la de Salta y avenida Freyre, captó tres motociclistas que iban a bordo de una moto blanca. "No se investigó en profundidad", señaló el letrado por lo que solicitó que su cliente sea absuelto de culpa y cargo o en su defecto que si se lo condena, que sea sin el agravante del criminis causa, ya que el robo nunca se concretó.
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