Hizo 1.700 llamadas anónimas entre enero y mayo de 2022, en cualquier momento del día, desde un número privado. Algunos días realizaba una sola llamada, otros días, más de 100, llegando un día a contactar 426 veces a la víctima de estas amenazas.
Cuando el hombre decidió radicar la denuncia, comenzaron las amenazas a la abogada que lo representaba a través de mensajes y por correo electrónico. La presunta autora de estos hechos fue imputada este martes al mediodía en los tribunales santafesinos ante el juez Nicolás Falkenberg.
La causa fue tramitada por las fiscales Gabriela Arri y Lucila Nuzzo, y la imputada (de quien se reserva el nombre por expreso pedido de las víctimas) llegó esposada a tribunales, vestida de negro y con unas botas de caña alta, lo que llamó la atención de quienes transitaban por el subsuelo tribunalicio.
La mujer fue imputada como autora de amenazas coactivas calificadas reiteradas y recuperó la libertad con una serie de medidas alternativas, entre ellas, no volver a contactarse con las víctimas. Las llamadas amenazantes estuvieron motivadas por un desengaño amoroso que involucró al empresario víctima de los hechos y a la imputada.
Llamadas anónimas
Las fiscales detallaron que entre el 14 de enero y el 19 de mayo de 2022 la imputada realizó 1.700 llamadas anónimas al teléfono celular de un empresario santafesino. En la primera llamada, una voz distorsionada de hombre le manifestó: “te vamos a reventar”, y luego eran llamadas en las que solo se oía una respiración.
Las llamadas eran realizadas en cualquier momento del día y bajo la modalidad de número privado, y generaron en la víctima complicaciones en su vida personal y profesional. Las fiscales detallaron cuántas llamadas realizó cada día, llegando a realizar más de 100 llamadas durante la misma jornada en más de una oportunidad; hubo un día que realizó 426 llamadas.
Las comunicaciones se realizaban desde distintos números de teléfono: entre enero y abril realizó 1523 llamadas desde un teléfono titularidad de un familiar; entre abril y mayo de 2022 utilizó un teléfono bajo la titularidad de ese mismo familiar y realizó 215 llamadas. Finalmente, desde un teléfono prepago realizó tres llamadas en mayo de 2022.
Desde ese número prepago envió mensajes a la abogada que asistió al empresario cuando éste decidió radicar la denuncia: “se metieron con las personas equivocadas”, amenazó. Además, se ubicó a ella misma como víctima de las amenazas, enviándose mensajes del mismo tenor; la imputada se valió de la amistad que mantenía con la abogada para acusar a una tercera persona, una expareja del empresario amenazado que ninguna vinculación tenía con los hechos.
Las fiscales detallaron que la imputada también aprovechó la amistad que tenía con un empleado del MPA, a quien se le presentó como víctima de las amenazas y le pidió acceso a información que luego fue utilizada para amenazar a sus víctimas. Esto valió una investigación interna en la Fiscalía que fue expuesta como evidencia en la audiencia imputativa.
La mujer fue imputada como autora de amenazas calificadas por ser anónimas en forma reiterada, en perjuicio del empresario; amenazas coactivas agravadas por ser anónimas en perjuicio de la abogada y amenazas coactivas reiteradas por la información que adquirió a través del engaño en el MPA. Las partes acordaron una serie de medidas alternativas con aval de las víctimas y que fueron dispuestas por el juez Falkenberg, entre las que se destaca la prohibición de contacto con las víctimas y una medida de distancia que debe respetar.
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