La investigación, que comenzó como un pedido de paradero, podría tener un final macabro, ya que se sospecha que Molina fue asesinado y que sus agresores habrían calcinado el cuerpo.
Miró sostuvo que Molina dejó a su hermana en el trabajo y se comprometió a ir a buscarla; cuando no llegó, comenzó la preocupación de sus familiares.
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La segunda señal de alarma fue cuando se contactaron a su teléfono celular: Molina siempre respondía los mensajes con audios, pero desde el viernes, y durante todo el fin de semana, los mensajes que se enviaban desde su teléfono celular eran mensajes escritos: esto llamó mucho la atención de la familia.
En marco de la causa, los investigadores se dirigieron a la casa de Molina; allí se encontraron con la puerta abierta, faltante de cosas y el aire acondicionado encendido.
Rodrigo Miró informó en Ahora Vengo que la investigación del fiscal Vitolo llegó a una vivienda en un country de Funes, donde se detuvo a tres personas: una mujer que mantenía una relación reciente con Molina, y dos hombres.
Los investigadores cuentan con imágenes de la camioneta blanca de Molina conducida por los sospechosos, que fue captada por cámaras de seguridad de la zona: por el recorrido que realiza el vehículo, se sospecha que Molina fue asesinado y que su cuerpo fue incinerado en un horno industrial.
Los tres detenidos serán imputados en el Centro de Justicia Penal de Rosario por el delito de homicidio agravado.