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Policiales menores | Reconquista | Justicia

Reconquista: un abusador con graves antecedentes fue condenado por un delito que involucra a una de sus hijas menores

La Cámara de Apelaciones confirmó la condena impuesta en juicio a cinco años de prisión para un de 51 años cuyas iniciales son OAR. El condenado tiene un oscuro pasado en la justicia santafesina por un caso de abuso que llegó a los tribunales internacionales.

Un tribunal de segunda instancia confirmó la pena a cinco años de prisión impuesta a un hombre de 51 años, identificado como O.A.R. por la autoría del delito de sustracción, retención y ocultamiento de una de sus hijas menor de edad cometido en la ciudad de Reconquista.

La resolución fue tomada por unanimidad por los camaristas Eduardo Bernacchia, José Mántaras y Carlos Renna. La oficina de prensa del MPA informó que los jueces también decidieron rechazar el planteo de nulidad que presentó la Defensa del condenado.

La condena de primera instancia había sido impuesta el miércoles 2 de octubre de 2019 por el juez Gonzalo Basualdo en el marco de un juicio oral y público llevado a cabo en los tribunales de Reconquista. En los debates de primera y de segunda instancia, el MPA estuvo representado por el fiscal Rubén Martínez.

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Fiscal de Reconquista, Rubén Martínez

Fiscal de Reconquista, Rubén Martínez

Custodia legal

El fiscal Martínez recordó que Rolón fue condenado por haber retenido y ocultado a una de sus hijas a pesar de que sabía que existía una medida de protección excepcional dictada por la subsecretaría de Derechos de Niñez, Adolescencia y Familia de la provincia y que había sido ratificada por la Justicia de Familia de Reconquista”. En tal sentido agregó que “con su accionar, el condenado logró sustraer a la niña de la custodia legal que ejercía la delegación Reconquista de la dependencia del Poder Ejecutivo”.

Rolón "utilizó su condición de padre para armar una maniobra de blindaje que impidió a las autoridades llevar adelante la medida excepcional por la cual se ordenaba la restitución de la niña a una guardadora", sostuvo el fiscal. En tal sentido, agregó que "su condición de padre de los menores, y aún en el caso que conserve la patria potestad, no lo releva de ser sujeto activo del delito".

Los hechos

“La investigación se inició a partir de una denuncia presentada en 2014 por la delegada local de la subsecretaría de la Niñez. La funcionaria dio cuenta de la medida de protección dictada para separar de sus padres a la víctima y a cinco de sus hermanos, de un total de 12 hijos que tuvo el matrimonio”, precisó el fiscal Martínez. “Las actuaciones del Estado provincial en este caso comenzaron a raíz de denuncias realizadas por dos hijas mayores de edad del condenado, quienes indicaron que sus hermanos menores eran sometidos por su padre a malos tratos y a delitos contra la integridad sexual”, añadió.

El fiscal recordó que “se ordenaron diversas diligencias, entre ellas un allanamiento realizado el 23 de agosto de 2014. A partir de esa fecha, los seis menores quedaron en custodia de la subsecretaría de Niñez y bajo la guarda de otra hermana mayor de edad. Sin embargo –subrayó Martínez–, en diciembre de 2014 uno de los menores se escapó de la casa de su hermana mayor para irse con su padre y, en el mismo mes, otros dos menores se fueron de la casa y también aparecieron con su padre”.

“Para evitar la restitución de los menores a la custodia de la subsecretaría de la Niñez, el condenado –con la complicidad de algunos integrantes de la familia– ocultaba y retenía a los tres menores a pesar de que sabía y conocía lo actuado en el ámbito de la subsecretaría de la Niñez y en la justicia de Familia de Reconquista”, aseguró el fiscal.

Martínez agregó que “a raíz del conocimiento de las medidas administrativas y judiciales dictadas, el condenado efectuó maniobras tendientes a evitar su cumplimiento. Para ello se aprovechaba de que una parte de su numerosa familia lo apoyaba, de manera tal que ocultó a los menores en diversos domicilios”.

Caso CER

Martínez aclaró que “el condenado es el mismo hombre que fue denunciado como autor de delitos contra la integridad sexual de su propia hija en el marco del denominado caso CER”.

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En agosto de 2018 el entonces gobernador Miguel Lifschitz encabezó un acto formal en el que el Estado santafesino se disculpó con C.E.R., la joven de Reconquista que hace casi 10 años denunció a su padre por abusar sexualmente de ella y de sus hermanas.

En 2011, la Justicia de Reconquista lo procesó por abuso sexual con acceso carnal agravado, pero un año después el juez Nicolás Muse Chemes lo absolvió. Ese mismo año la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Vera ratificó el fallo.

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Nicolás Muse Chemes, el exjuez que absolvió al condenado por el abuso de una de sus hijas. Fue destituido de su cargo y la provincia debió compensar a la víctima.

Nicolás Muse Chemes, el exjuez que absolvió al condenado por el abuso de una de sus hijas. Fue destituido de su cargo y la provincia debió compensar a la víctima.

Sin embargo, la joven decidió continuar con la denuncia y, acompañada por entidades de mujeres, elevó el caso a los tribunales internacionales para convertirse en el primero en el país en llegar al Comité de la CEDAW, perteneciente a la Organización de Naciones Unidas (ONU).

El organismo internacional le dio la razón: la Justicia había actuado de forma machista y no escuchó a la víctima. Entonces, el gobierno santafesino resolvió iniciar con C.E.R. una agenda de reparación: en un principio le dio un trabajo y una casa. En paralelo, la Provincia también impulsó la capacitación de los integrantes del Poder Judicial en perspectiva de género. Finalmente, las disculpas formales en nombre del Estado.

En tanto, el juez que intervino en la causa y absolvió a OAR, Muse Chemes renunció a su cargo en agosto de 2019, y tras un jury de enjuiciamiento, el exmagistrado fue destituido de su cargo fallos faltos de derecho, en el mes de septiembre.

Identidad

El fiscal Martínez aclaró que “usamos las iniciales del condenado para preservar la identidad de las víctimas. En función de que los menores son hijos del hombre condenado, tienen el mismo apellido. Por lo tanto, corresponde tomar todos los resguardos para proteger a las víctimas”.

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