Esta semana, el juez Leandro Lazzarini confirmó que los dos sospechosos seguirán en prisión preventiva en el marco de una audiencia de revisión de la medida requerida por los abogados defensores Federico Scarinci y Ezequiel Degumois.
Previo al inicio de esa audiencia, Martí presentó la acusación contra Alan Gabriel Secrestat y Gabriel Elías Ciarrochi, quienes se encuentran en prisión preventiva desde el 30 de abril imputados como coautores de robo calificado y privación ilegítima de la libertad. La fiscal adelantó en el escrito que pedirá 12 años de prisión para los acusados.
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La fiscal María Laura Martí presentó la acusación contra los dos imputados
Violento robo
El sábado 27 de abril cerca del mediodía, cuatro hombres encapuchados y armados redujeron al dueño de un local de baterías ubicado en San Martín al 6500 del barrio Mayoraz y se llevaron una caja fuerte y dinero en efectivo. Según relató Martí en la imputación, Secrestat y Ciarroschi ingresaron al negocio y solicitaron cargar una batería; en ese momento, Secrestat extrajo una pistola 9 mm y apuntó a la víctima, mientras que Cirroschi bajó las persianas del local e hizo ingresar a otros tres hombres, encapuchados y cuyas identidades aún se desconocen.
Mientras Secrestat continuaba apuntando contra la víctima, los tres desconocidos subieron a la planta alta del inmueble. Desde allí robaron una computadora y una caja fuerte. Entonces, uno de los autores que aún se encuentra prófugo apuntó con un revólver a la víctima y le exigió que abriera la caja fuerte. Como no pudo hacerlo, la guardaron en una mochila junto con la computadora y huyeron todos en el mismo auto.
La víctima llamó al 911 y logró dar algunas descripciones sobre los autores del hecho y del vehículo en el que se fugaron: un Volkswagen Gol Trend gris oscuro. Los dos sospechosos fueron detenidos por el personal del Comando Radioeléctrico 20 minutos, en inmediaciones de avenida Peñaloza y Regimiento 12 de Infantería, y tras haber dado varias vueltas para intentar huir: en el interior encontraron guantes y pasamontañas, elementos que estarían relacionados con el ataque.
Secrestat y Ciarroschi fueron imputados como coautores del delito de robo calificado por el uso de arma (cuya aptitud para el disparo no puede acreditarse de ningún modo), por ser en poblado y en banda y privación ilegítima de la libertad ( art 45, art 166 inc 2 tercer párrafo, 167 inc 2) con mas el art 142 inc 3, en concurso ideal (art. 54 del CP), todo ello, en concurso real (art. 55) con el delito de uso de documentación apócrifa ( art. 296 en relación al art 292 CP).
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La víctima del hecho logró captar la patente del auto en el que se movilizaba la banda
Acusación
En el escrito acusatorio, al que tuvo acceso AIRE, Martí repasa los hechos atribuidos, la evidencia que vincula a los detenidos con el delito, la calificación legal seleccionada y la pena que requerirá en el juicio.
Para justificar el pedido de los 12 años de prisión para cada uno de los acusados, la fiscal analizó el daño que el robo le ocasionó a la víctima, en términos económicos, morales, psicológicos y colaterales, así como el perjuicio económico por haber visto paralizada su actividad comercial durante varias semanas.
La Fiscalía entiende que el robo comenzó a pergeñarse tiempo antes: las personas involucradas (los dos detenidos y al menos tres hombres más) demostraron con su accionar un conocimiento de la actividad comercial de la víctima, de la existencia de adultos mayores de edad en la vivienda y el estado físico en el que se encontraban, un conocimiento del inmueble y demás detalles de la vida comercial y familiar: "El personal policial indicó al momento de constatar las huellas y la planimetría del lugar que no se encontró desorden, sólo las ropas que fueron quitadas del ropero de dirigirse inmediatamente a la habitación exacta donde se encontraba el dinero en pesos debidamente resguardados por la víctima; hace pensar que conocían donde debían dirigirse", precisa la pieza acusatoria.
"Mas grave aún resulta el modo en que fueron aprehendidos los acusados, en flagrancia en poder de elementos utilizados en el hecho por el cual se los acusó y habiendo cambiando las chapa patentes para no ser detectados por las cámaras LPR y/o del 911 y/o monitoreo municipal; por lo que estaban conscientes de que debían huir traspasando varias cámaras de vigilancia, incluso, si querían volver a su localidad de origen, escondiendo la patente que vio la víctima la cual era falsa dentro del automóvil secuestrado", expresa.