Se trata de Rafael Alejandro Soda (53) y Brisa Ayelén Soda (26), a quienes el juez José María Escobar Cello les impuso distintas penas en el marco de un juicio abreviado que tuvo lugar en el Tribunal Oral Federal de la ciudad de Santa Fe.
En el caso de Soda padre, el fallo lo condenó a seis años de prisión y lo declaró autor de tráfico de estupefacientes en modalidad de producción, fabricación, extracción y preparación, en concurso real con comercialización de estupefacientes y tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.
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Su hija, por su parte, fue sentenciada a tres años por los mismos delitos, pero en calidad de partícipe secundaria. Dicha pena la deberá cumplir fuera de prisión y bajo una serie de reglas: fijar residencia de la cual no podrá ausentarse sin previo aviso al juez de ejecución penal; y abstenerse de usar estupefacientes y de relacionarse con personas vinculadas al expendio y/o consumo de los mismos.
Por la red narco también fue sentenciado a cuatro años de cárcel Juan Ramón Centurión, oriundo de San Javier, al cual le achacaron en la causa judicial haber vendido de los estupefacientes que se producían en el lavadero de barrio Mayoraz.
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El lavadero se encuentra ubicado en Ángel Cassanello al 3200 y fue allanado por agentes de la AIC y Prefectura que colaboró.
En tanto, fueron sentenciados a penas de dos años en suspenso, en calidad de partícipes secundario, Walter Omar Quiroga y Daniel Hugo Díaz, quienes quedaron ligados a la causa a partir de la comercialización y tenencia de estupefacientes. También recibió una condena de dos años en suspenso, por comercialización de estupefacientes, Roque Antonio Cabanqui, un policía exonerado de la fuerza provincial.
Por la causa queda por definirse la situación de los entonces policías Javier Orlando Nardoni y Matías Hernández, acusados de ser quienes buscaban la droga en Santa Fe y la distribuían en San Javier. No obstante, sigue prófugo el encargado del lavadero allanado y el cual era el yerno de Soda.
Un lavadero, el eje de las operaciones
El caso por el cual salió la reciente sentencia remonta a septiembre del 2021, cuando agentes antinarcóticos de San Javier comenzaron a seguir los pasos de un dealer que distribuía drogas en barrio Pizarro de la localidad costera.
A través de ese dato, se conformó un expediente judicial, con trámite en el Juzgado Federal de Reconquista, a cargo de Aldo Alurralde, que si bien apuntó a desbaratar la venta al menudeo, también buscó establecer la línea de provisión del material estupefaciente, la cual tuvo como principales protagonistas a los policías Nardoni y Hernández que para ese entonces prestaban servicios en Santa Fe y Rosario.
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Mediante escuchas telefónicas, los investigadores establecieron que tanto Nardoni como Hernández eran quienes encabezaron el negocio narco y junto con un grupo de “colaboradores” distribuyeron cocaína de manera particular, tipo delivery.
Con posterioridad, la causa estableció que el proveedor de los policías era un tal Soda, oriundo de Santa Fe, por lo que un grupo de investigadores viajaron hasta la capital provincial para realizar tareas de inteligencia sobre Ale” Soda (51), su hija Brisa y el yerno, quien era el encargado del lavadero del barrio Mayoraz.
Finalmente, el 29 de noviembre del 2022, el juez Alurralde (a pedido del fiscal Salum) dispuso la ejecución de 16 allanamientos que tuvieron lugar en los domicilios de los investigados y que cuyo resultado, además de las detenciones, el hallazgo de cocaína y elementos relevantes para la causa.