El viernes, policías de la PDI y grupos tácticos rodearon la zona en donde reside la mujer y la detuvieron.
El asesinato de Lorena Orduña, ocurrido en diciembre pasado a raíz de un conflicto entre bandas criminales de la zona norte de Santa Fe, sumó en las últimas horas una nueva persona imputada. Se trata de Lidia Antonia Merlo (59), la abuela de “Terri” Cepeda Bello, el joven que fue pareja de Lorena y el cual, creen en Fiscalía, sabe quién la mató, pero no lo dice.
La reciente imputación fue tras ser detenida el pasado viernes en su casa de Alberti al 5700, la cual fue allanada por detectives de la Policía de Investigaciones (PDI) en el marco de la causa que encabezan las fiscales Laura Urquiza y Alejandra Del Río Ayala y las cuales, además de tratar de establecer quién mató a Lorena, indagan bajo qué contexto criminal se dio el crimen de la chica de 20 años.
Según la imputación, Merlo conformó una asociación ilícita que operó entre septiembre pasado y enero presente y la cual estuvo afincada en los barrios Scarafía, Cabal, Las Lomas y Santo Domingo, en el noroeste santafesino y en una zona lindera a la avenida Circunvalación y en donde la violencia armada es cuenta corriente.
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Dicha organización estuvo conformada por su nieto y un grupo de jóvenes, algunos menores de edad, dispuestos a cometer acciones delictivas, tipo balaceras, tendientes a mantener el control en las barriadas norteñas para mantener el predominio en distintas economías ilegales: como, por ejemplo, el robo de motocicletas, muchas de las cuales eran devueltas a sus propietarios mediante el pago de un “rescate”.
Para las fiscales, el engranaje criminal, del cual formó parte Merlo, generó poder económico mediante la adquisición y venta ilegal de armas de fuego y municiones y drogas fraccionadas al menudeo.
De hecho, la sospecha que recae sobre la abuela de “Terri”, fue que la mujer era quien realizaba gestiones para proveerse de estupefacientes (mayormente cocaína) y comercializarlos en su casa de Alberti al 5700.
Además de integrar la asociación ilícita, Merlo fue acusada de haber ayudado a tres jóvenes investigados como parte de la asociación ilícita, a evadir el accionar judicial y esconderse de distintos procedimientos policiales que se realizaron en los barrios norteños. Según las fiscales, la mujer les proveyó lugares para ocultarse y no ser descubiertos por medio de una red de informantes, distribuidos en distintos barrios, que alertaban sobre posibles movimientos raros en las barriadas.
La imputación, por último, también se puso a tono con la flamante ley provincial de narcomenudeo, ya que acusó a la mujer por comercio estupefaciente en su casa de Alberti al 5700. Tal maniobra, fue descubierta a través de escuchas telefónicas que fueron interceptadas en medio de la investigación del crimen de Lorena.
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