Fentanilo contaminado: "Posiblemente haya familias que aún no sepan que fueron víctimas"
La diputada Mónica Fein encabeza una comisión especial que investigó las muertes por fentanilo contaminado. Los laboratorios sabían lo que estaban vendiendo.
Los familiares de víctimas del fentanilo contaminado reclaman justicia. No se descarta que aparezcan más muertes relacionadas con este caso.
Esta semana, los diputados presentaron el informe final de su trabajo, y no se descarta que la lista de víctimas que recibieron fentanilo contaminado continúe incrementándose a medida que avancen las investigaciones judiciales.
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En los últimos días, como parte del “Plan de Recupero Judicial del Fentanilo Contaminado” y bajo los lineamientos del Ministerio de Seguridad Nacional; efectivos del Departamento Federal de Investigaciones (DFI) de la Policía Federal llevaron adelante una serie de allanamientos en las provincias de Buenos Aires, Formosa, Córdoba y Santa Fe, donde se incautaron más de 82 mil ampollas de fentanilo alterado.
"El número de fallecidos no está cerrado, porque no se sabe quién recibió determinada ampolla. La trazabilidad va desde el laboratorio a la droguería, desde la droguería a la farmacia de hospitalaria, de la clínica o del sanatorio; pero no llega a los pacientes", remarcó en el programa Creo, que se emite cada mañana en AIRE.
Instituciones médicas que retacearon información
Si bien Fein hizo hincapié en que ya no quedan lotes contaminados en sanatorios u hospitales que puedan ser utilizados, reconoció que "hubo instituciones médicas que intentaron que todo quedara en una zona gris. Por eso, el juez de la causa allanó varios establecimientos en el país, donde no coincidía el número de ampollas colocadas con la cantidad de fallecidos declarados".
Audiencia con diputados por causa Fentanilo11
Familiares de víctimas del fentanilo se reunieron con integrantes de la comisión investigadora en la ciudad de Rosario.
Luego de analizar toda la información recabada hasta el momento, la comisión llegó a la conclusión de que existieron graves fallas desde la Anmat para alertar sobre lo que estaba ocurriendo: "El alerta no tuvo la dimensión necesaria ante un hecho semejante. La Anmat no tomó la decisión de recuperar los lotes de fentanilo contaminado y fue el juez -Ernesto Kreplak, del Juzgado Federal N°3 de La Plata- quien debió comunicarse con 185 establecimiento del país, para preguntar si tenían las ampollas".
"El Ministerio de Salud de la Nación, sabiendo del tema, no tuvo la capacidad de buscar todas las ampollas, de saber quiénes las tenían y ordenar que no se siguieran utilizando. Hubo fallas de parte del Estado, que el juez subsanó, salvando vidas, porque fue él quien dijo 'no usen estos lotes de fentanilo', antes de que lo diga la Anmat", insistió.
Fein aseguró que en los últimos años ya habían existido 117 alertas sobre irregularidades en los laboratorios Ramallo y HLB Pharma.
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Mónica Fein presidió la comisión investigadora de Diputados sobre las muertes por fentanilo contaminado.
Sabían lo que que estaban vendiendo
—¿Estas alertas qué gestiones de gobierno abarca? ¿Alguien asumió responsabilidades políticas?
—Los reportes son desde 2011. Por eso planteamos desde la comisión que deben evaluarse los antecedentes de quienes deciden abrir un laboratorio.
Ariel García Furfaro, propietario y directivo de HLB Pharma Group y Laboratorios Ramallo, había estado detenido por un homicidio. Se recibió de abogado en ese momento. Había abierto el laboratorio Apolo en Rosario, que explotó y dejó 5 heridos.
Compró Ramallo y HLB Pharma y comienzó a tener reportes de mala calidad desde 2017. Eran laboratorios que venían recibiendo numerosas críticas de la Anmat en su proceso de producción.
En noviembre de 2024, Anmat comienzó una inspección y pidió que no sigan produciendo fentanilo. Pero no le dijo que no comercialice lo que ya se había producido.
No se descarta que aparezcan nuevos casos de muertes de pacientes, relacionados con el suministro de fentanilo contaminado.
—Al margen de los responsables de los laboratorios, ¿hubo consecuencias para alguien más?
—Echaron al responsable del área de Medicamentos en Anmat y hay sumarios.
Con respecto a las responsabilidades políticas, no lo incluimos en el informe porque quisimos que sea una hoja de ruta para lo legislativo. Porque, de lo contrario, no hubiese habido coincidencias, ni hubiéramos llegado a un informe con esta contundencia.
De todos modos, los diputados que sí creemos que hubo responsabilidad política, quedamos en adjuntar nuestra opinión. Será un informe separado.
No solo creemos que Anmat actuó tardíamente, sino que el Ministerio de Salud en ningún momento tomó un rol, ni generó una reunión del Cofesa (Consejo Federal de Salud) para discutirlo. No tuvo ninguna acción, no vino a la comisión, no recibió a las familias.
Hubo una ausencia absoluta en el hecho, en la comunicación del hecho. Habla de un Estado que se ausentó en una tragedia y que actuó, desde nuestro punto de vista, tardíamente.
Esto se podría haber prevenido y lamentablemente no se hizo por fallas que, posiblemente, no sean delitos.
Fentanilo: trazabilidad incompleta y falta de información
—¿Creen que todavía haya familias que perdieron un ser querido y que no saben que esa persona recibió dosis contaminadas de fentanilo porque nadie les avisó?
—En primer lugar, quiero remarcar que hoy el fentanilo contaminado no está en ninguna clínica, sanatorio, ni hospitales. Los laboratorios ya no funcionan más. Debemos llevar tranquilidad para los pacientes. Incluso, la Anmat modificó algunas normas y hay controles mayores.
Dicho esto, creo que hay familias que no están enteradas porque es complejo y el juez sigue investigando. Está enviando el análisis de distintos procesos a peritos médicos. Como no está en las historias clínicas qué lote de fentanilo le colocaron al paciente, posiblemente haya familias que no sepan que fueron víctimas del fentanilo contaminado.
El Hospital Italiano de La Plata lo explicó muy bien: ellos tardaron 14 días en descubrir dónde estaba el problema. Comenzaron a ver que tenían una infección intrahospitalaria, y se pusieron a estudiar de dónde venía.
Una de las bacterias es más común, pero otra es absolutamente extraña. Primero, pensaron en traslados de personas, estudiaron a los extractores de sangre, a los médicos, enfermeras. Después empezaron con el suero, las cánulas. Y finalmente, comprendieron lo que pasaba.
Nadie piensa que un medicamento aprobado, que viene cerrado, con número de lote, podía estar contaminado. En mayo, lo descubren y avisan a la Anmat.
Ya se habían producido 18 muertes. Y es el juez el que realmente toma el tema, llama a 185 efectores de salud, retira los lotes contaminados. Había dos lotes contaminados, pero uno de ellos no llegó a utilizarse.