En la noche del domingo robaron y destrozaron los baños de la capilla de Villa Hipódromo. Otra vez, antes de una festividad religiosa.
Robo y destrozos en la capilla de Villa Hipódromo
Otra vez volvieron a robar y a provocar destrozos en los sanitarios de la Capilla Virgen Niña ubicada en el barrio Villa Hipódromo de la ciudad de Santa Fe. "Estamos perdidos, no sabemos quien puede ser", dijo el padre Manuel Ochoa.
Como cada previa de festividad religiosa, la Capilla Virgen Niña ubicada en J. P López y Pasaje Galisteo, del barrio Villa Hipódromo, es blanco de la delincuencia.
El 25 de julio, día anterior al festejo de los abuelos, les destrozaron los baños de la capilla y tuvieron que suspender la celebración. Dos semanas después, el 12 de agosto, estaban preparando el agasajo del día de las Infancias, cuando regresaron los delincuentes a arremeter contra los sanitarios: nuevamante les aguaron el festejo.
Ahora, cuando están organizando las fiestas patronales de la capilla, con actos previstos para el domingo 8 de septiembre, día de la natividad de la Virgen María, volvieron a destrozar los sanitarios.
"Justo íbamos a hace publicidad por la fiesta del domingo. Vamos a hacer igual la fiesta de la Virgen, aunque sea por las calles del barrio. Estamos perdidos, ni idea quien puede ser. Estábamos trabajando en el último baño y destrozaron todo. Sacaron la reja. Dejan como prueba el candado, lo que quieren hacer es daño, doblar rejas, arrancar todo con rabia" dijo desde el móvil de AIRE el padre Manuel Ochoa, cura párroco de la capilla.
A los tres robos prefestividades, se le suman otros cuatro. Ya llevan siete robos en poco tiempo. El padre no está dispuesto a "Bajar los brazos". "La vez pasada fue el baño de la derecha, ahora el de la izquierda. La gente nos sigue ayudando, de nuevo tenemos que pedir auxilio. Hay que seguir trabajando", expresó el sacerdote.
Los últimos sanitarios los arreglaron gracias a un aporte de la Unidad Regional I de policía. El padre recibió muchos proyectos que desea trabajar en el barrio: "Pero esto es un paso adelante y otro hacia atrás", manifestó el representante de la capilla ubicada a dos cuadras de la Comisaría Décima.
"Esto nos cuesta más, acá se mueven diariamente 60 niños, 40 personas mayores, Cáritas ayuda a los más necesitados", detalló el padre.
A pesar de todo, desde la capilla se trabaja intensamente para alcanzar el rango de parroquia y así poder seguir creciendo. El padre Ochoa proyecta cursos de formación de tres meses para poder capacitar y brindar herramientas a vecinos del barrio. "Tenemos que seguir y avanzar", concluyó.
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