Un tribunal de la Cámara de Apelaciones confirmó que la muerte de Juan Benítez en barrio Acería fue un homicidio culposo y sostuvo la pena de 12 años de prisión para Franco Berón. Durante el juicio, la Fiscalía había pedido 30 años de prisión por considerar el crimen de Benítez como un homicidio con dolo eventual.
Los camaristas Bruno Netri, Roberto Reyes y Oscar Burtnik repasaron la sentencia impuesta en septiembre de 2022 en el marco de un juicio oral y público, en el que Franco Berón llegó acusado de autor de homicidio calificado y tentativa de homicidio. En el debate prevaleció la postura del abogado defensor, Ignacio Alfonso Garrone, y la muerte de Benítez fue calificada como homicidio culposo.
Benítez murió el 21 de febrero de 2020 cuando recibió un disparo que iba destinado a otro joven, apodado Sindi: “mi bronca es con vos”, había manifestado el agresor; la víctima salió corriendo y en la persecución apareció Benítez cuando Franco efectuó un disparo con una “recortada”.
Homicidio culposo
Cerca de las 16 del 21 de febrero de 2020 Franco Berón se acercó hasta un grupo de jóvenes que se encontraban en inmediaciones del monoblock 17 de barrio Acería, en Caferatta y Azcuénaga. Cuando divisó a Sindi, extrajo un arma de fuego delante del grupo y apuntó contra el grupo; en ese momento, si dirigió a Sindi y le dijo “a vos te quiero... vos sos el de mi bronca...".
Para intentar salvar su vida, primero buscó refugio detrás de otro joven presente en el grupo; entonces Berón volvió a manifestar su intención de atacar sólo a Sindi. El joven emprendió una huida a la carrera y el agresor comenzó a perseguirlo hasta que disparó. En ese momento apareció Benítez, que salía de su casa, y recibió el disparo destinado a Sindi.
LEER MÁS ► Condenan a 12 años de cárcel a un hombre que mató a otro por error en barrio Acería
Según la postura Fiscal, Berón debía figurarse que efectuar un disparo en una zona poblada podía generar daños a terceros ajenos al conflicto; sin embargo, los camaristas remarcaron que “a Berón no le era indiferente matar eventualmente a cualquier persona que se encontrara en el lugar, sino sólo a Sindi; pues, de lo contrario, pregúntense ¿por qué Berón no disparó en ese instante?" –cuando el joven se encontraba en el grupo, en lugar de perseguirlo a la carrera.
Tal como analizaron los jueces que condenaron en primera instancia a Berón, y que fue confirmado por el tribunal de Alzada, "...el acusado encaró solo a Sindi, a quien buscó encañonar individualmente, separándolo del grupo de jóvenes para evitar lesionar a alguien más...". Los jueces valoraron que Berón “claramente” se representó el peligro para terceros en ese momento, previo al disparo, y no tuvo ningún pretendido dolo homicida eventual hacia personas ajenas a la de Sindi: sólo cuando el joven se apartó del grupo e intentó huir, el agresor disparó su arma.
Los jueces analizaron entonces la circunstancia de la persecución, y la infortunada aparición de Benítez en escena; para esto se evaluó la distancia que existía entre Berón y Sindi cuando disparo; la visión que tenía durante esa persecución; y finalmente, la ubicación –ya- de Benítez en el instante mismo del disparo, desde el monoblock 17 hacia el monoblock 15: “la circunstancia que desde un monoblock se "viera" el otro no supone necesariamente que, en el caso, se haya "representado" el peligro alegado”, de poner el riesgo la vida de terceros.
Las circunstancias que rodearon el momento del disparo fatal podían ser varias: Sindi podía obstaculizar la visión de Berón respecto de Benítez; que la atención, mirada y puntería de Berón se dirigían directamente a Sindi y no en el entorno, y por último, la súbita aparición en escena de Benítez. Los jueces explicaron que “por un error en el golpe se mató imprudentemente a una persona distinta de quien se dirigió voluntariamente la acción”; el homicidio de Benítez se enmarca en un delito imprudente inconsciente (no previsto) subsumiéndose la conducta descripta como homicidio culposo en concurso ideal con el delito de tentativa de homicidio, por configurarse una única acción delictiva con dos resultados: intentar matar a Sindi, y en cambio, matar sin querer a Benítez.
Te puede interesar