Así lo reveló un estudio científico que dio positivo sobre el cotejo del material humano encontrado en el reservorio y el ADN que fue aportado por una familiar del hombre oriundo de la ciudad de Paraná, el cual fue asesinado y descuartizado.
El dato refuerza aún más la hipótesis de los fiscales del caso, Ana Laura Gioria y Estanislao Giavedoni, que sospechan que Caraballo, tras ser asesinado durante el 25 de diciembre del 2024, fue desmembrado y parte de sus restos descartados por distintas zonas de la ciudad de Santa Fe. Entre ellas, un reservorio de Gorostiaga y Circunvalación, detrás del hipódromo de La Flores.
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El reciente informe de ADN complica aún más al único imputado que tiene la causa: el expenitenciario Ever Jesús Pacheco (35), a quien los fiscales le imputaron el homicidio del profesor de danzas. El mismo, permanece en prisión preventiva tras ser detenido en febrero pasado.
Crimen
La causa por la que Pacheco se encuentra tras las rejas, remonta a diciembre del 2024 cuando, según la Fiscalía, mató a Caraballo el cual era su inquilino de una casa de Larguía al 8600, en zona norte de la ciudad de Santa Fe.
Para los investigadores, el crimen ocurrió entre las 22.30 del 25 de diciembre del año pasado y las primeras horas del día siguiente. En cuanto al móvil, se cree Pacheco le exigió a Caraballo un adelanto de la casa que le alquilaba y como este se negó a pagarlo, el expenitenciario lo asesinó y descuartizó.
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Lucas Caraballo, era de Paraná pero residía en la ciudad de Santa Fe.
Entre las hipótesis que hay dentro de la causa, una apunta a que Pacheco, tras matar a Caraballo, colocó parte del cadáver en una valija y luego tomó un remis trucho para dirigirse por lo menos hasta el reservorio en donde fueron encontrados los restos del profesor de danzas el 5 de enero pasado, unos días después del crimen.
Para ese entonces, Caraballo era una incógnita, ya que desde hacía varios días antes sus familiares y amigos no tenían noticias de su paradero. Inclusive, un mensaje les llamó la atención cuando el profe de danzas escribió que se iba a Buenos Aires porque había conseguido un trabajo. Sin embargo, con el correr de la investigación, se determinó que dichos mensajes eran falsos y fueron utilizados por el principal sospechoso para despistar sobre lo que realmente había ocurrido.
Antecedente clave
Para poner bajo sospecha a Pacheco, la Fiscalía del caso tuvo en cuenta también un antecedente que complica al exintegrante del Servicio Penitenciario. Y es que el exagente protagonizó en 2023 un violento hecho contra una pareja a la cual atacó a machetazos porque no le pagaban por adelantado el alquiler, tal como ocurrió con Caraballo.
En aquel entonces, Pacheco fue denunciado, detenido y quedó en prisión preventiva. Luego firmó en un juicio abreviado una condena el 8 de mayo del 2024, en donde acordó que se iría del domicilio de calle Larguía al 6800. Sin embargo, no cumplió esa medida judicial y volvió a al domicilio.
Meses después, volvió a quedar implicado en la causa de Caraballo que lo podría dejar de por vida en prisión.