Una brutal entradera se produjo en Paraje Ascochinga, jurisdicción de Monte Vera. Un matrimonio y dos abuelos fueron víctimas de dos delincuentes armados que los redujeron y, por una hora y media, estuvieron dentro de la casa. Al hombre de 62 años y a su esposa los golpearon mientras los abuelos miraban la escena desde dos sillones.
La familia, que disfrutaba de una tranquila noche en su casa ubicada en el kilómetro 21 de la Ruta Provincial N° 2, jamás imaginó que iba a protagonizar una pesadilla semejante, hasta que los delincuentes redujeron al hombre y entraron a la vivienda, cerca de las 21.
Juan, yerno del dueño de casa, contó desde el móvil de AIRE cómo se produjo la entradera. "Dos delincuentes de entre 35 y 40 años armados, uno de ellos a cara descubierta, sorprendieron a mi suegro por la espalda. Le empezaron a dar culatazos y palazos y luego, también golpearon a mi suegra. Les apuntaron en la cara y los obligaron a tirarse al piso. A los dos abuelos los dejaron sentados en los sillones mirando todo", relató el entrevistado.
Luego, los delincuentes los encerraron en el baño y se apropiaron de la casa. Pedían dólares que la familia no tenía. Agarraron la llave de la camioneta familiar y cargaron televisores, computadoras y herramientas de trabajo. También se llevaron dinero en efectivo.
"Están todos en shock. Mi suegro está internado, consciente pero aturdido por la cantidad de golpes que tuvo en la cabeza. Pido por favor que haya más patrullajes en la zona o que pongan una base de Comando Radioeléctrico, ya que la policía nos dijo que hubo al menos cinco robos de similares características, en los últimos dos meses", señaló Juan.
El vehículo en el que escaparon los delincuentes fue encontrado abandonado en un camino rural entre Recreo y Monte Vera. La policía investiga el hecho.
La zona asediada por delincuentes: un violento robo se produjo el 22 de octubre
El 22 de octubre a la nochecita, una familia de ocho personas vivió una entradera brutal, en una vivienda ubicada en el kilómetro 19.5 de la Ruta Provincial N° 2.
Eran cerca de las 20.10, Carlos estaba finalizando su tarea como quintero y fue reducido por los delincuentes. "Me pusieron un revólver en la cabeza y me exigían dólares joyas, nos decían que nos iba a torturar si no les daba dinero. Éramos ocho personas en la casa. Estaban mis sobrinos, nietos, mis hijos y mi esposa", relató por AIRE el entrevistado.
A Carlos lo tuvieron atado en el piso del comedor, llegó su cuñado a buscar a los hijos y también lo redujeron. Los ladrones golpearon a un sobrino de Carlos que los miró a la cara.
Dos horas y media estuvieron los delincuentes, desde las 20.10 hasta las 22.30. Se llevaron dinero, los ahorros de toda la familia, tiraron los roperos al piso y dieron vuelta los sofás. "Esto te cambia la vida, antes si de noche te olvidabas algo afuera salías, ahora llega la tardecita y te guardás adentro", advirtió.
Luego del violento robo, la esposa de Carlos quedó con problemas cardíacos, con frecuencia le sube la presión. Carlos sospecha que, por la similitud de los robos, podría tratarse de una banda que anda por la zona.
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