No sólo sirve para darle sabor a todas nuestras comidas. El ajo también tiene un lugar especial en las prácticas de energía del hogar. No por costumbre, tampoco por decoración, poner un diente de ajo en los rincones de la casa es un ritual cargado de simbolismo y tiene raíces en el Feng Shui.
Según esta filosofía oriental, el ajo funciona como un potente neutralizador de energías negativas. Al ubicarlo en esquinas específicas de la casa —especialmente las más oscuras o menos ventiladas— se busca absorber la carga energética estancada que impide el flujo armónico del chi, la energía vital.
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¿Para que más sirve poner un ajo en una esquina de tu casa?
Además, muchas creencias populares coinciden en que el ajo actúa como escudo frente a las malas vibras, envidias y conflictos. Incluso hay quienes lo combinan con cintas rojas o lo colocan bajo la cama para mejorar el descanso y la protección personal durante la noche.
Se recomienda renovar los dientes de ajo cada siete días. Cuando se los deja demasiado tiempo, pueden absorber tanta energía que se pudren o se secan por completo, lo cual indica que cumplieron su función y es momento de reemplazarlos.
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Aunque no tiene un respaldo científico, lo cierto es que cada vez más personas suman estos rituales a su rutina del hogar. El ajo, más allá de su sabor fuerte, tiene una carga simbólica poderosa que muchos prefieren no subestimar.
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