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Ocio recetas gastronómicas |

Mousse de chocolate blanco: el paso a paso de una receta deliciosa

Este postre es perfecto para comerlo solo o para acompañar miles. Cómo hacer la receta mas deliciosa de todas paso a paso.

La mousse de chocolate blanco es uno de los postres preferidos por muchos, ya que combina el inigualable sabor del chocolate junto con una textura suave y aireada. Para que puedas hacerlo, te compartimos la receta de la mousse de chocolate blanco para que sorprendas a toda la familia.

Cómo hacer mousse de chocolate

Este postre es tan rico como sencillo y rápido de preparar. Para hacerlo, necesitarás pocos elementos, pero la clave para que te quede un sabor sensacional es usar un chocolate blanco de buena calidad. Lo mejor es que optes por alguna marca que hayas probado para estar seguro de su sabor.

¿Qué necesitamos?

  • Chocolate blanco: 200 gr.
  • Azúcar: 100 gr.
  • Manteca: 50 gr.
  • Huevos: 4.
  • Chocolate negro y confites para decorar: a gusto.

Paso a paso

El primer paso para realizar el mousse es fundir el chocolate blanco. Lo mejor para esto es primero rallar el chocolate o cortarlo en trozos pequeños. Luego, debés colocar los trozos en un recipiente apto para fuego y llevarlo a baño maría hasta que quede todo bien derretido.

Después, colocar la manteca y mezclarlo hasta que te quede una preparación uniforme. Una vez que hayas mezclado todo, retirarlo del fuego y dejarlo reposar para que se enfríe.

Separar en un recipiente la yema de la clara de los huevos. Las yemas incorporarlas al chocolate blanco fundido y mezclarlo bien. Dejarlo reposar.

Colocar las claras en un recipiente. Batirlas a punto nieve, (para hacerlo podés incorporarle una pizca de sal para que tomen aire más fácilmente). Si nunca hiciste este punto antes puede costarte un poco, pero con práctica y paciencia se logra.

Cuando tengas las claras batidas a punto nieve, incorporalas a la mezcla del chocolate. Hacelo de manera lenta y suave, y con movimientos envolventes para que no se bajen. Mezclalo de manera tal que te quede un preparación homogénea. Una vez que lo hayas conseguido, verté la preparación en recipientes individuales y llevalo a la heladera durante, al menos, 4 horas para que se enfríe bien.

Antes de servir, podés decorar con algunos pedacitos de chocolate negro o blanco, frutos rojos o con los confites que más te gusten.