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Historias de fantasmas y brujería contadas por personas: "El niño con los ojos de Batman"

Relatos de fantasmas, brujería y extrañas apariciones cuyos testigos aseguran que son reales.

Cuando se trata de fantasmas y brujería existen todo tipo de historias que varían desde casos terroríficos a simples anécdotas curiosas. Existen escépticos que no creen en la presencia inexplicable de fantasmas o que los ritos de brujería funcionen; sin embargo, existen muchas otras personas que encuentran difícil negarlas dado que lo han vivido en carne propia y en ocasiones no han sido los únicos en presenciar un mismo evento. Incluso hay casos en los que la brujería y los asuntos esotéricos son parte de una tradición familiar que también es difícil de negar.

Te contamos de relatos relacionados con fantasmas, brujería, rituales satánicos y, en general, casos sin explicación contados por aquellos que los presenciaron y atestiguaron:

“El niño con los ojos de Batman”

Lou, 28 años.

Tenía a una amiga en la prepa que vivía en una casa muy grande en el Ajusco. Ella tenía un hermano pequeño y un día empezó a decir que tenía un amigo imaginario y lo apodó “el niño de los ojos de Batman”. El niño era súper insistente con su amigo, pero todos creían que sólo era su imaginación. Un día, ella nos contó que estaba en el piso de hasta arriba de su casa y escuchó pasos detrás de ella, pensó que era su hermano y le dijo «—Guillermo, ¿qué haces aquí arriba?» Pero cuando volteó, en lugar de su hermano vio a un niño sin ojos, como el que su hermano describió, y se desmayó. Después, otras personas en su casa empezaron a verlo.

Por ejemplo, un día hubo una fiesta en su casa. Una de nuestras amigas subió al baño de ese piso y se tardó como una hora en bajar, así que yo subí a ver si estaba bien, pero no me contestaba al tocar la puerta y preguntarle si estaba bien. Terminé por empujar la puerta, hasta le avisé que lo haría por si no estaba decente, pero cuando logré abrirla, encontré a mi amiga en shock y echa bolita en la regadera del baño. Yo le hablaba preguntándole qué estaba pasando, si estaba bien, etc, y hasta un rato después ella reaccionó y me contó que cuando se estaba lavando las manos vio en el espejo al niño y que se quiso acercar a ella; entonces entró en shock y lo único que pudo hacer fue arrastrarse hacia la regadera.

Hasta ese momento yo no creía en el asunto, todo estaba muy raro, pero no estaba tan convencido. Ese mismo día, ya en la noche, cuando nos quedamos a dormir casi todos, me desperté en la madrugada y me levanté para tomar agua. Cuando iba de regreso al cuarto, vi al niño de pie en las escaleras que daban hacia el último piso de la casa. El niño tenía como 3 años y efectivamente no tenía ojos, sólo tenía las cuencas, como si tuviera una herida muy, muy fea. Obviamente lo primero que hice fue meterme a uno de los cuartos que tenían más gente para poder dormir, porque no iba a volver al cuarto donde estaba dormido solo.

Un año después de todo eso, mi amiga me contó que intentaron bendecir la casa y hacer otros rituales, pero en realidad lo que pasó es que le pidieron a su hermano que le preguntara al niño sin los ojos que qué quería. Según su hermano, el “niño con los ojos de Batman” quería un carrito. Así que la familia decidió comprarle uno y cuando se lo dejaron en el último piso, dejó de aparecerse en su casa.

FUENTE: Cultura Colectiva