El truco consiste en humedecer ligeramente una esponja limpia con vinagre blanco y bicarbonato, y colocarla en un recipiente abierto (puede ser un bowl chico o una tapita) dentro del placard. En solo cinco minutos, vas a notar cómo el ambiente empieza a cambiar.
LEER MÁS ► No es para el olor: por qué se recomienda poner un diente de ajo en los rincones de la casa, según el Feng Shui
¿Por qué es un truco?
Esto sucede porque la esponja absorbe la humedad del aire, mientras que el vinagre y el bicarbonato neutralizan los malos olores. No enmascaran el aroma como los perfumantes: lo eliminan de raíz.
LEER MÁS ► Adiós a la sartén: cómo hacer unos huevos épicos para tu milanesa
Se recomienda cambiar la esponja cada dos semanas, o apenas notes que está demasiado húmeda. También podés agregarle unas gotas de aceite esencial si querés dejar un perfume más agradable, como lavanda o eucalipto.
Este truco es uno de los más virales en redes sociales, porque es fácil, barato y efectivo. Ideal para usar también en alacenas, cajones o cualquier espacio cerrado donde la humedad se acumule.