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Ocio

Cultivar legumbres en primavera

Son ricas en proteínas y se consumen frescas o secas. Ideales para convertirse en plato único.

Un ciclo natural dirige la huerta en casa. A inicios de primavera, se terminan de cosechar los cultivos invernales y se preparan los que necesitan más temperatura y horas de luz para desarrollarse.

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Las legumbres de la huerta

Las arvejas (Pisum sativum) y las habas (Vicia faba) pertenecen a la familia de las Fabáceas. Sus frutos son legumbres que se consumen verdes, pero también pueden dejarse madurar y consumirse secas. Pura proteína vegetal. El inicio de la primavera es el momento de su cosecha plena. Gracias a la asociación con bacterias del género Rhizobium en sus raíces, luego del cultivo, el suelo quedará enriquecido. Estas bacterias tienen la capacidad de fijar el nitrógeno gaseoso que circula por los poros del suelo y ponerlo a disposición de las plantas.

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Las arvejas

Una de las mejores recompensas en la huerta es sin duda, cosechar un manojo de arvejas verdes, pelarlas y cocinarlas inmediatamente. Es el momento perfecto con el dulzor y la hidratación ideal, propiedades que se van perdiendo a medida que los granos van madurando. En Medio Oriente se han encontrado restos fosilizados de arvejas con una antigüedad de 10000 años. Más tarde, alrededor del año 2000 a.C., este cultivo se extendió hacia la India y Europa. En América Latina y España se las conoce también como guisantes, alverjas, pésoles o chícharos. Estas plantas poseen zarcillos con los cuales se aferran a hilos, alambres, tutores u otras plantas que les sirven de sostén en su búsqueda por el sol.

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Es un cultivo de otoño - invierno, pero las latitudes patagónicas y fueguinas se las cultiva en primavera- verano. Prefiere el clima templado o templado frío. Sus semillas se siembran directamente en el cantero en hoyos donde se colocan 3 a 4 cm de profundidad. Un riego moderado es suficiente. Hay variedades enanas que no necesitan tutores y son ideales para la experiencia urbana en macetas. A los 3 o 4 meses ya están listas para la cosecha del fruto verde.

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En guisos, con jamón o con huevo, las habas son unas legumbres ricas en nutrientes.

En guisos, con jamón o con huevo, las habas son unas legumbres ricas en nutrientes.

¡En todas partes se cuecen habas!

Estas legumbres son tan famosas que esta frase se comprende en toda Hispanoamérica cuando hay que referirse a una situación de injusticia. Los romanos fueron quienes seleccionaron el tipo de haba de grano grande y aplanado que se consume hasta la actualidad.

El haba (Vicia faba) es una planta anual, trepadora y semierecta. Sus semillas se siembran en otoño, directamente en la tierra (en hoyos o en surco) a una distancia de 20 cm y 5 cm de profundidad. Debido a su gran tamaño y dureza, es conveniente remojar las semillas secas unas 12 horas. Esta hidratación previa a la siembra acelerará la germinación. A los 10 días aproximadamente comienzan a verse las plantitas. Es un cultivo que necesita una exposición a pleno sol y riegos moderados. Cuando las plantas alcanzan los 30 - 40 cm., hacer un despunte, estimula el desarrollo de nuevos tallos. Sus flores blancas con manchas violáceas están entre las más hermosas de la huerta. El fruto es una legumbre de 10 - 30 cm de largo que dentro tiene un tabique afelpado, donde se encuentran las semillas, prolijamente alineadas. Cuando estas legumbres están verdes y brillantes, es el momento de cosecharlas. Hay que evitar tironear para no provocar desgarros en el tallo, es mejor hacerlo con tijera.

La rotación

Una vez cosechadas estas legumbres, especialmente las habas, el suelo queda enriquecido en nitrógeno, un nutriente esencial y profundamente labrado por el desarrollo de sus potentes raíces. Hay varias opciones de cultivos en la rotación de primavera en ese mismo cantero como son los tomates, los ajíes, los pepinos, las berenjenas o los zapallitos. Otra opción menos frecuente, pero ideal para las huertas escolares son las batatas. Este cultivo se inicia casi al finalizar el ciclo escolar, es resistente y exige pocos cuidados durante el verano. Al inicio del próximo ciclo, los chicos tendrán la oportunidad de disfrutar la cosecha de estas raíces dulces antes de hacer los trasplantes de otoño.

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Los brotes de la batata.

Los brotes de la batata.

Las batatas

Este cultivo se inicia con el “vivero”. Así se llama cuando se generan las condiciones adecuadas para que una raíz de batata produzca brotes con raicillas. De una batata salen numerosos brotes o “plantines”. En casa o en la escuela, es suficiente con cortar longitudinalmente en dos una o dos batatas y colocar estas mitades sobre turba o perlita húmeda en un lugar tibio.

A las dos semanas comenzarán a brotar. Cuando alcancen los 15 - 20 cm se trasplantarán al cantero. Es importante elegir batatas sanas y de tamaño mediano (entre 200 a 300 gr). Aunque es muy conocida por su dulzor y buen sabor, en nuestro país disminuyó mucho el consumo. En la década del 70 era de 20 kg por año por habitante y actualmente es de sólo 3 kg. Cultivarlas en casa permite disfrutar también de sus sabrosas hojas, que pueden cocinarse como espinacas y que mantienen el sabor y el aroma característicos de la raíz. Según la región, también se la conoce como camote o boniato.