Trump anunció en Twitter que está “enviando soldados armados a la frontera” con México, luego de que militares del país vecino “sacaron recientemente armas de fuego contra nuestros soldados de la Guardia Nacional, probablemente como una táctica de distracción para contrabandistas de drogas en la frontera”.
A very big Caravan of over 20,000 people started up through Mexico. It has been reduced in size by Mexico but is still coming. Mexico must apprehend the remainder or we will be forced to close that section of the Border & call up the Military. The Coyotes & Cartels have weapons!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 24 de abril de 2019
El argumento para endurecer todavía más su discurso antimigratorio es que, “una gran caravana de más de 20 mil personas ha comenzado a cruzar México. México ha reducido su tamaño, pero aún está en marcha. México debe detenerlos o nos veremos obligados a cerrar esa sección de la frontera y llamar al ejército”, escribió el mandatario.
El presidente insistió en que México “no está haciendo ni cerca lo suficiente para detener y devolver” a los inmigrantes indocumentados.
Mexico’s Soldiers recently pulled guns on our National Guard Soldiers, probably as a diversionary tactic for drug smugglers on the Border. Better not happen again! We are now sending ARMED SOLDIERS to the Border. Mexico is not doing nearly enough in apprehending & returning!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 24 de abril de 2019
El Ejecutivo mexicano recién puso en marcha un “plan de contención” ante la escalada en el número de llegadas de centroamericanos y en los últimos días detuvo a casi 400 personas que se dirigían al vecino del norte.
Las declaraciones de Trump no agradaron al gobierno, que calificó de “incidente común” la situación que expuso el republicano, y remarcó que las autoridades de ambos países están en contacto “directo y oportuno” para evitar que el flujo migratorio ilegal continúe su curso.
A finales de marzo, Trump amenazó con cerrar la frontera con México si el país vecino no detenía “de inmediato toda la inmigración ilegal” que llega a Estados Unidos. Pero lo cierto es que la medida de regular la frontera supera de largo el asunto migratorio, y supondría una importante disrupción comercial en uno de los pasos fronterizos más porosos del mundo.
El mandatario no tuvo más remedio que recular en su idea tras cosechar negativas constantes, incluso por parte de miembros de su propio partido.
Tres semanas atrás, en su estilo, el mandatario le dio un año de plazo a su país vecino del sur para que detuvieran y devolvieran a los inmigrantes a sus países de origen antes de que tocaran suelo estadounidense. Ahora, insatisfecho con el actuar de México, el magnate neoyorquino volvió a poner la amenaza sobre la mesa.
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