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Terminó sin éxito la búsqueda del piloto de Emiliano Sala

David Mears, con su barco Geo Ocean III, estuvieron buscando al piloto en el fondo del Canal de la Mancha y no tuvieron éxito.

El oceanógrafo británico-americano, David Mearns, reinició una búsqueda con su barco Geo Ocean III en los restos del avión Piper Malibu en el Canal de la Mancha, que trasladaba al futbolista argentino Emiliano Sala, e informó que no encontró los restos del piloto David Ibbotson en el aparato o sus alrededores.

En su cuenta en Twitter, el respetado rescatista escribió: “Retornando a (la isla de) Guernsey tras haber completado esta mañana (por este miércoles) una exhaustiva búsqueda de los restos del Malibu Piper. Dos altamente experimentados buceadores técnicos pasaron 20 minutos buscando y filmando el avión. Lamentablemente, no había signos del piloto David Ibbotson”.

Mears fue quien descubrió el avión y encontró el cuerpo de Emiliano Sala en las cercanías de las islas del Canal de la Mancha, luego que la familia hiciera una colecta por Internet para conseguir las 300.000 libras esterlinas que se necesitaban para financiar la expedición de manera privada.

La técnica de búsqueda fue diferente a la que se utilizó para rescatar el cuerpo de Sala del fondo del mar y a la del barco FPV Morven que se utilizó inicialmente. Se necesitaron buceadores, pero también helicópteros que puedan buscar en las escarpadas e inaccesibles costas de Guernsey, Jersey y Alderney -las islas del Canal de la Mancha- para ver si el cuerpo estaba en algún lugar sin poder ser visto.

En la investigación realizada por la agencia británica sobre el accidente, ocurrido el 21 de enero, comprobaron que Ibbotson tenía una licencia privada y no comercial, que no estaba volando con instrumentos y que el avión se cayó violentamente al mar, tras una serie de espirales a izquierda y derecha. Una teoría es -probablemente- por estar perdido para volar con instrumentos, ante su falta de experiencia, 22 millas náuticas al noroeste de la isla de Guernsey.

Ibbotson tenía 59 años, 3.700 horas de vuelo y se ignora porque fue él y no el piloto David Henderson, quien operaba el avión, el que llevó a Emiliano Sala en su fatídico viaje entre Nantes y Cardiff ese 21 de enero.

Según los especialistas, la fuerza del impacto fue brutal cuando el Piper entró de trompa al agua, en el Canal de la Mancha, a 7.000 pies y no a 500, como están autorizados estos aparatos. La cabina quedó separada del avión, dividida en tres partes, los vidrios de la cabina estaban rotos y por el impacto podría haberlo eyectado de los comandos. El motor, que va delante del avión, también estaba separado del Piper, que tenía sus alas y la cola rotas.

Restos del avión han aparecido en la costa de la península de Cotentin, en Francia, y un asiento también en Bonne Nuit Bay, en el norte de la isla de Jersey.

Actualmente, la meteorología es buena en Guernsey, con una suerte de verano anticipado en pleno febrero, y temperaturas entre 17 y 19 grados, que permitieron a los buzos trabajar con seguridad.

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