El problema salió a la luz por primera vez en 2017, y volvió a aflorar durante una competición de paratriatlón disputada el fin de semana último en el Odaiba Marine Park de la bahía de Tokio, lo que obligó a la organización a cancelar el tramo acuático de este torneo paralímpico disputado como evento de prueba para 2020.
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El comité de organización de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020 “hará todo lo posible” por resolver el problema y garantizar “que todas las competiciones pueden celebrarse con garantías para los atletas”, dijo el vicepresidente de dicha institución, Yasushi Yamawaki, en una rueda de prensa celebrada hoy en Tokio.
Los organizadores comenzaron a instalar el año pasado barreras submarinas en la bahía para frenar el influjo de aguas residuales en sus aguas, y ante la reaparición de niveles excesivos de bacterias tiene previsto triplicar las capas de protección subacuáticas.
“Estamos confiados en que el problema se podrá resolver con estas medidas”, dijo, a su vez, el director de comunicaciones del Comité Paralímpico Internacional, Craig Spence, quien no obstante mostró su “decepción” por la cancelación del citado evento de prueba para los Paralímpicos de 2020, informó EFE.
El tramo de natación de la paratriatlón fue suspendido el pasado día 18 tras detectarse en las aguas de la bahía de tokio un nivel de bacterias E.coli que duplicaba el límite establecido por la Federación Internacional de Triatlón (ITU), según la organización.
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