En un contexto de constante cambio, las pequeñas y medianas empresas (pymes) enfrentan desafíos clave en su proceso de profesionalización, especialmente en la gestión del talento humano.
Jimena Haye, asesora en ITEC El Molino, explicó cómo las pymes pueden organizar mejor su capital humano para ser más eficientes.
Milla Extra, el programa de AIRE NEGOCIOS, dialogó con la licenciada en psicología y asesora del Instituto Tecnológico "El Molino", Jimena Haye, quien explicó cómo las pymes deben organizarse para ser más eficientes en la asignación de roles y responsabilidades dentro de sus equipos.
Los desafíos de las pymes
"La realidad de las pymes actualmente se centra fundamentalmente en procesos de profesionalización y en la gestión de talento. Cuando uno va a consultoría y le dicen ‘acá todos hacemos todo’, mirándolo como un aspecto positivo en términos de motivación y colaboración, lo que tratamos de trabajar desde la consultoría es que cada miembro del equipo sepa lo que debe hacer", indicó Haye.
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Según la especialista, la construcción de un organigrama, aunque aparentemente sencillo, es un proceso complejo que debe desarrollarse junto a la empresa, a través de un trabajo conjunto para definir funciones, jerarquías y descripciones de puestos.
Para Haye, uno de los mayores desafíos de las pymes es la organización de su capital humano, lo que se traduce en la necesidad de estructurar el talento de manera que cada integrante pueda trabajar de forma más cómoda y eficiente. "Nos dedicamos a la gestión del talento para que las personas trabajen más cómodas en su lugar de trabajo", añadió.
La gestión de talento y liderazgo, clave para pymes
En cuanto a los jóvenes, Haye destacó el enfoque integral de formación que se promueve en el instituto ITEC El Molino. "Cuando se habla de formación, el empresario pide compromiso, responsabilidad y proactividad, pero nadie menciona las competencias técnicas. Es un gran desafío trabajar esas habilidades dentro del aula", comentó.
Además, Haye enfatizó la importancia de preparar a los futuros profesionales con herramientas para el liderazgo, la comunicación y la efectividad personal, para que puedan desenvolverse como líderes en el ámbito laboral.
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El vínculo entre la educación y las empresas es otro punto clave que Haye subrayó, destacando la estrecha relación del instituto con el sector productivo. "El instituto nace por necesidad y por pedido de las empresas, y esa vinculación se mantiene sólida a lo largo de 25 años", explicó. Los estudiantes tienen la oportunidad de realizar prácticas profesionales en más de 30 empresas, lo que facilita su inserción en el mercado laboral y refuerza la conexión entre ambos mundos.
En cuanto a lo que buscan los empresarios en los jóvenes, Haye subrayó que, además de las competencias técnicas, los empresarios valoran las competencias blandas, como la capacidad de liderazgo, compromiso, proactividad y responsabilidad.
"Hoy en día, la empresa tiene que seducir al candidato, no al revés. Las pymes no tienen los mismos beneficios que las grandes empresas, pero ofrecen flexibilidad y aprendizaje, lo que resulta muy atractivo para los jóvenes que buscan comprometerse con procesos de profesionalización", concluyó.
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