A través de la colaboración con AIRE, se lanzó una serie de spots publicitarios y sesiones fotográficas que retrataron a madres reales junto a sus hijos, en un homenaje lleno de gratitud y cercanía.
Luciana Galeota, una de las propietarias de la joyería junto a sus hermanos Guillermo y Marcelo, dio detalles de los motivos que impulsaron esta campaña tan especial. “Seleccionamos a tres mamás que representan a la 'Mamá de oro', pero en realidad hay muchas madres valiosas para nosotros, que son clientas que nos eligen hace años”, explicó en diálogo con AIRE.
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Maiquel Torcatt / Aire Digital
Más que una simple campaña publicitaria, “Mamás de oro” fue una forma de agradecer a esas mujeres que han acompañado a la joyería por décadas, compartiendo momentos importantes de sus vidas y de las vidas de sus hijos y nietos.
“Es una manera de reconocer tantos años que nos siguen apoyando”, agregó Luciana con una mezcla de emoción y gratitud.
El concepto detrás de esta iniciativa fue claro desde el principio. No se trató de modelos profesionales ni actrices, sino de mujeres reales que, en muchos casos, han pasado de ser clientas a convertirse en amigas de la casa.
"Estas son mamás reales, que aceptaron hacer esta campaña sin ningún tipo de interés, más que participar y demostrarnos su cariño”, señaló Luciana.
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María Eugenia y su hija Manuela.
Madres reales, clientas de Joyería Galeota
Una de esas clientas que formó parte de la campaña junto a sus dos hijas fue Nelía, quien lleva más de 20 años eligiendo a Galeota para sus momentos más importantes.
“Soy clienta de toda la vida. Cuando nacieron mis hijas, para los regalos de nacimiento y bautismo, siempre terminamos en Galeota porque nos sentímos muy cómodas”, contó.
Su vínculo con la joyería fue creciendo a lo largo de más de 20 años, no solo por la calidad de los productos, sino también por la calidez en la atención que siempre recibió. “Las chicas son súper amables, te tienen paciencia para elegir, y siempre encontramos algo lindo para cada ocasión”, explicó.
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Nelía junto a sus hijas Milagros y Sofía.
Cuando Luciana le propuso a Nelía participar en la campaña "Mamás de oro", el hecho de reflejar a clientas reales le pareció perfecta. “Nos gustó la idea y nos pareció divertido también. Además, mis hijas son el motor de mi vida, así que el hecho de que quisieran participar conmigo me movilizó mucho", relató a AIRE.
Para Nelía, la experiencia fue más que una sesión de fotos; fue un momento de conexión con sus hijas, que quedará guardado como un recuerdo precioso para toda la vida.
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Rosa y su hijo José Rossi.
Otra protagonista de esta historia fue Rosa, quién con 93 años contó en AIRE que es clienta de joyería desde que Mario Galeota instaló su primer local al lado de la esquina de Ricardo Aldao y Aristóbulo del Valle. "Me llamaron porque querían que fuera a sacarme unas fotos porque soy una de las primeras clientas del señor Galeota", recordó con orgullo.
Desde hace casi 50 años, Rosa elige Galeota para comprar de todo, desde alianzas para su nuera hasta regalos para sus nietos. “Todo lo que tiene me gusta. Es una joyería de confianza”, afirmó.
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Maiquel Torcatt / Aire Digital
La campaña "Mamás de oro" no solo logró captar la esencia de la relación entre la joyería y sus clientas, sino que también dejó una huella emocional en quienes participaron. "Es un recuerdo muy lindo también con mi hijo", comentó Rosa con alegría.
A lo largo de las generaciones, Joyería Galeota fue testigo de momentos claves en la vida de sus clientas, y la campaña "Mamás de oro" fue un tributo a esa fidelidad.
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Luciana y su sobrina Ornella, el presente y el futuro de Joyería Galeota.
Maiquel Torcatt / Aire Digital
"Queremos transmitirle a las madres nuestro agradecimiento por acompañarnos tantos años, por elegirnos y seguirnos de generación en generación", sostuvo Luciana.
Esta campaña no solo conectó con las emociones del Día de la Madre, sino que también reafirmó la importancia de las relaciones humanas detrás de cada joya, de cada compra y de cada historia compartida.
En definitiva, "Mamás de oro" no fue solo una campaña publicitaria, sino que también fue una celebración de la vida, de las madres y de los momentos que perduran en el tiempo, como las joyas de Galeota.