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La historia detrás de Joyería Galeota: cómo un pequeño taller de relojes de Santa Fe se convirtió en un mayorista de alcance nacional

Joyería Galeota es una empresa santafesina de casi medio siglo que supo adaptarse a los cambios sin perder su esencia: esfuerzo y unión familiar.

Algunas empresas nacen bajo las modas del momento y desaparecen rápidamente, pero otras logran perdurar y dejar un legado. Este es el caso de Joyería Galeota, una empresa familiar con sello santafesino que tiene casi medio siglo de vida sobre avenida Aristóbulo del Valle y es pionera del crecimiento comercial de esa zona de la ciudad de Santa Fe.

Dueño de un pensamiento visionario único, Mario Galeota logró transformar su pequeño taller de relojes en una próspera empresa familiar a base de trabajo y sacrificio.

Actualmente, sus tres hijos -Luciana, Marcelo y Guillermo- administran Joyería Galeota con los mismos valores que les heredó su padre. En menos de 20 años, expandieron el negocio a nivel nacional adaptándose a los nuevos tiempos y ya preparan a la tercera generación para continuar con el legado, manteniendo siempre los valores fundamentales: esfuerzo y unión familiar.

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La sede central de Joyería Galeota está ubicada en avenida Aristóbulo del Valle y tiene una sucursal en la Peatonal San Martín.

La sede central de Joyería Galeota está ubicada en avenida Aristóbulo del Valle y tiene una sucursal en la Peatonal San Martín.

Mario Galeota, de aprendiz a relojero de renombre en Santa Fe

La empresa de relevancia nacional que es hoy Joyería Galeota tuvo sus humildes inicios en la pasión y el esfuerzo de Mario, un adolescente que, tras dejar la escuela secundaria a mediados de la década de 1960, aprendió el oficio de relojero.

“Mi abuela no quería que anduviera de vago sin hacer nada, así que lo llevó de un vecino que trabajaba como relojero y le pidió que le enseñara el oficio”, explicó Luciana Galeota, hija menor de Mario y una de las actuales propietarias de la joyería, en diálogo con AIRE.

El joven perfeccionó su técnica durante años bajo las órdenes de su mentor hasta que un día decidió dar un gran el paso. Instaló su propio taller en una habitación de la casa materna y pronto empezó a trabajar para joyerías de renombre de la ciudad de Santa Fe.

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Mario Galeota, el fundador de Joyería Galeota, transmitió a sus hijos el amor por el oficio y la dedicación a la excelencia.

Mario Galeota, el fundador de Joyería Galeota, transmitió a sus hijos el amor por el oficio y la dedicación a la excelencia.

Con los ahorros que reunió, Mario compró un terreno en barrio María Selva, donde construyó su casa y, al mismo tiempo, mudó su taller a una pequeña habitación en el fondo de la vivienda.

Desde allí, y con el apoyo incondicional de su esposa Lucía Filippi, Mario comenzó a labrar su camino. “Mi mamá lo apoyaba mucho. Mi papá trabajaba hasta la madrugada para cumplir con los clientes y ella lo acompañaba cebándole mates", recordó Luciana.

El salto a Aristóbulo del Valle y el consejo del sacerdote del barrio

A mediados de 1970, Mario Galeota tuvo una idea que marcó un antes y un después en la historia de su negocio: instalar un local sobre Aristóbulo del Valle, una zona que, en aquel momento, no tenía la apariencia comercial que hoy la caracteriza. “En esa época, eran casas con gente tomando mate afuera, no había locales comerciales”, explicó Luciana en AIRE.

Con dudas sobre la viabilidad de la ubicación, Mario acudió al padre Julio, párroco de la iglesia “Virgen de Luján”, ubicada en Aristóbulo del Valle al 6000, en busca de un consejo. “El padre le dijo que se instalara sobre Aristóbulo del Valle, que se iba a convertir en uno de los centros comerciales más importante de Santa Fe”, contó la mujer.

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Antigua fachada de la Joyería Galeota en su actual ubicación de Avenida Aristóbulo del Valle 6374.

Antigua fachada de la Joyería Galeota en su actual ubicación de Avenida Aristóbulo del Valle 6374.

Con ese empujón final, Mario instaló su primer local al lado de la esquina de Ricardo Aldao y Aristóbulo del Valle. El negocio comenzó a crecer rápidamente y poco tiempo después se mudó a la misma ochava.

El nuevo espacio era mucho más amplio y eso le permitió, no solo reparar relojes, sino también incorporar la venta de productos relacionados. Ahí estuvo hasta 1992, que se trasladó a la actual ubicación de la sede central en Aristóbulo del Valle 6374.

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Segunda generación al mando: la continuidad del legado

El camino de Joyería Galeota estuvo marcado por el trabajo incansable de Mario hasta el último día de su vida. Tras su fallecimiento en 2008, fueron sus hijos quienes tomaron las riendas del negocio.

Luciana, junto a sus hermanos Guillermo y Marcelo, asumieron el desafío de continuar el legado de su padre, llevando a la empresa a nuevos horizontes, adaptándose a los cambios del mercado y aprovechando las nuevas herramientas tecnológicas.

"El negocio cambió mucho desde que lo tomamos nosotros", explicó Luciana. "Antes no había ventas web ni redes sociales; hoy, las ventas pasan más por las redes que por la vidriera física", ejemplificó.

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Luciana junto a su padre, Mario Galeota, recibiendo un premio a nombre de la empresa familiar.

Luciana junto a su padre, Mario Galeota, recibiendo un premio a nombre de la empresa familiar.

En los últimos años, Joyería Galeota se enfocó en la venta online, haciendo envíos a todo el país y especializándose en la venta mayorista. A pesar de su crecimiento a nivel nacional, sigue ofreciendo la misma calidad y variedad de productos, así como también el trato personalizado con los clientes que visitan sus dos locales físicos en la ciudad de Santa Fe, algo que siempre distinguió a la empresa.

"Nos enseñó a ser visionarios", dijo Luciana refiriéndose a su padre. "Así como él supo ver el potencial de Aristóbulo del Valle, nosotros estamos siempre buscando adaptarnos a lo que los clientes necesitan hoy en día", agregó.

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Así luce en la actualidad el interior de la sede central de Joyería Galeota, en avenida Aristóbulo del Valle.

Así luce en la actualidad el interior de la sede central de Joyería Galeota, en avenida Aristóbulo del Valle.

Joyería Galeota: la equipo detrás del éxito y la nueva generación

Más allá del liderazgo de los hermanos Galeota, el crecimiento de la empresa no habría sido posible sin un equipo comprometido, que actualmente está integrado por alrededor de 10 personas.

“La verdad es que nada se podría hacer sin nuestros colaboradores. A pesar de que el negocio se amplió, siempre mantuvimos ese espíritu familiar”, destacó Luciana, subrayando la importancia del personal que día a día impulsa el éxito de la empresa.

Además, la historia de Joyería Galeota sigue expandiéndose con la llegada de la tercera generación. Las nietas mayores de Mario ya se están preparando para incorporarse al negocio, asegurando que el legado familiar continúe.

“Mi papá de la nada pudo lograr tanto con el apoyo de mi mamá. Nos enseñó el valor del esfuerzo, la importancia de la unión familiar y la inquietud siempre de superarnos. Esos son los pilares que nos permiten seguir adelante", reflexionó Luciana con orgullo.

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Así luce en la actualidad el interior de la sede central de Joyería Galeota, en avenida Aristóbulo del Valle.

Así luce en la actualidad el interior de la sede central de Joyería Galeota, en avenida Aristóbulo del Valle.

Hoy, Joyería Galeota es mucho más que un negocio. Es el resultado de la visión de un hombre que, desde un pequeño taller en el fondo de su casa, transformó su pasión en una joyería de renombre que no solo provee productos de calidad a todo el país, sino que también mantiene el calor de una empresa familiar.

Con sacrificio, dedicación y una firme creencia en la importancia de la familia, los Galeota siguen manteniendo viva la esencia de lo que Mario comenzó hace más de medio siglo.