Profesionales de esa rama delictiva, por fuera del mundo narco, observaron que Rosario reunía condiciones para llevar adelante este tipo de delitos, que generan pánico, pero requieren una planificación extrema. El miedo, que es un combustible ideal, ya existía a causa de la violencia narco.
Una organización del norte de la provincia de Buenos Aires, con la sospecha de que tenía contactos con los servicios de inteligencia, sacó provecho de este contexto y empezó a tejer estrategias para raptar gente que tenía capacidad económica para pagar un rescate.
Federico Reynares Solari fiscal.jpg
El fiscal Federico Reynares Solari pidió penas de hasta 20 años de prisión para los imputados.
En el juicio que terminó este viernes contra seis personas acusadas de llevar adelante tres secuestros en Rosario, el fiscal general Federico Reynares Solari pidió penas de hasta 20 años de prisión para los imputados que llegaron a juicio acusados de integrar una banda que entre 2021 y 2023 cometió secuestros extorsivos contra empresarios y sus familiares como víctimas.
Este viernes fueron condenados todos los imputados. Claudio Coto fue sentenciado por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 3 de Rosario, integrado de forma colegiada por Eugenio Martínez, Mario Gambacorta y Osvaldo Facciano, a 19 años y seis meses. Néstor Adrián Santabaya, por su parte, otro de los líderes, a 17 años y seis meses.
Una banda dedicada al secuestro y la extorsión
Estos secuestros se produjeron entre julio de 2021 y diciembre de 2023, cuando esta banda planificó y ejecutó secuestros, amenazas y extorsiones en Rosario, Villa Ramallo y San Nicolás, con una logística digna de una “fuerza de seguridad paralela”: selección de víctimas de alto perfil patrimonial, tareas de inteligencia, alquiler de casas para cautiverio, vehículos con patentes cambiadas, teléfonos analógicos para evitar rastreos y hasta un distorsionador de voz.
“No se trata de hechos aislados, estamos frente a una organización criminal jerarquizada y persistente en el tiempo”, sostuvo en su alegato el fiscal Reynares Solari.
Claudio Coto, de 63 años, era quien manejaba la estrategia general y utilizaba identidades falsas para camuflar la autoría de los delitos perpetrados. Según la fiscalía, su segundo en la cadena de mando era el mecánico Néstor Adrián Santabaya, de 61 años, definido por los investigadores como “jefe operativo”.
LEER MÁS ► Estafa piramidal en San Pedro: la Justicia logró congelar millones en criptomonedas
En un rol de “soldados” o mano armada, los fiscales mencionaron a Emiliano Mario Andrés Acuña (de 38 años, quien se identificó en la causa como “animador de eventos infantiles”) y el cerrajero Sebastián Ezequiel Pugliese, de 47 años, mientras que Silvia Beatriz López, de 44 años, actuaba en las tareas de inteligencia y logística, y Nicolás Adrián Santabaya (32, hijo del mecánico) colaboraba en funciones de apoyo.
“Estos hechos no son improvisados, son la muestra de una criminalidad organizada que puso en riesgo la vida y la libertad de ciudadanos comunes con el único fin de enriquecerse”, afirmaron Reynares Solari, Romero y Sosa ante el tribunal al cerrar un alegato en el que manifestaron que la justicia no solo identificar y condenar a los culpables, sino también desarticular la estructura económica de estas organizaciones.
Secuestro en Villa Ramayo
El primero de los hechos que llegó a este juicio ocurrió el 24 de enero de 2023 en la ciudad bonaerense de Villa Ramallo y tuvo como víctima a uno de los hijos de un empresario, quien fue secuestrado cuando circulaba en una camioneta por un camino de tierra y se montó un falso operativo policial que incluyó vehículos y hombres con uniformes de la Policía Federal.
El hombre fue trasladado hasta una casa en San Nicolás. Los captores se comunicaron a través de mensajes de texto con un familiar de la víctima y le hicieron saber la ubicación de la camioneta, donde habían dejado un bolso con teléfonos celulares y una nota donde daban instrucciones y pedían un millón de dólares de rescate.
Theobald ruta 9
El hijo de un empresario de Villa Ramallo estuvo secuestrado dos días, en enero de 2023, y fue liberado cerca del puente de la ruta nacional N°9, en el ingreso a la localidad santafesina de Theobald, a 60 kilómetros de Rosario.
El familiar comenzó a recibir llamados y las negociaciones se extendieron hasta que, al día siguiente, cuando acordaron el pago de 580.000 dólares. Lo obligaron a hacer un recorrido de varias postas que culminó en una estación de servicio de la localidad bonaerense de Wilde, partido de Avellaneda, donde por la noche un motociclista pasó a retirar el dinero.
“Estos hechos no son improvisados, son la muestra de una criminalidad organizada que puso en riesgo la vida y la libertad de ciudadanos comunes con el único fin de enriquecerse”, afirmaron los fiscales en el alegato.
Los delincuentes se comunicaron a las 2 de la madrugada del 26 de enero de 2023, para avisar que habían liberado a la víctima en el puente de la ruta nacional N°9 de ingreso a la localidad santafesina de Theobald, a unos 60 kilómetros de Rosario.
La Trafic blanca que permitió detectar a los secuestradores
El segundo y tercero de los secuestros, uno en tentativa porque la captura resultó fallida y el otro consumado, ocurrieron con cinco días de diferencia, en el mismo sitio y tuvieron como víctimas a la pareja y el hijo adolescente de un empresario rosarino.
El 5 de octubre de 2023, a las 6:43, la mujer y su hijo se dirigieron a la cochera del edificio de Rosario donde residen para subirse a su auto. En ese marco, los imputados intentaron ingresar al área de cocheras para sustraer, retener y ocultar a las víctimas y exigir un rescate a cambio de su liberación, pero la maniobra se vio frustrada porque el techo del utilitario quedó atascado con el portón del edificio, motivo por el cual se retiraron.
LEER MÁS ► El abogado que vivía en la Villa 31 y era "mensajero" de los narcos más pesados de Rosario
El 10 de octubre siguiente, a las 6:44, una camioneta Renault Trafic blanca logró ingresar a las cocheras del mismo edificio y cuando la mujer y el adolescente bajaron, fueron capturados por tres sujetos con los rostros cubiertos que los obligaron a subir al rodado.
Según la investigación, los captores trasladaron a las víctimas al Barrio Parque Avambaé de San Nicolás, donde las hicieron permanecer durante todo el cautiverio en una habitación. El empresario recibió una llamada y tres mensajes de WhatsApp en los que le advertían sobre sus familiares secuestrados y que, a cambio de su liberación, exigían 3 millones de dólares.
Luego, le indicaron que pasara a retirar por un restaurante un bolso con celulares. Sin que se pagara rescate, la mujer y su hijo fueron liberados ilesos alrededor de las 20 del mismo día, sobre la ruta nacional 188, en una zona rural de la localidad de Campo Salles, partido de San Nicolás. Lo llamativo de este caso es que la casa utilizada para alojar a los secuestrados fue un inmueble en San Nicolás que ocupaba con anterioridad el juez federal Carlos Villafuerte Ruso.
LEER MÁS ► Brisa Leguizamón, la novia de la boda narco, quedó en libertad después de ser extraditada
Para la fiscalía, la Trafic blanca empleada en este hecho es la misma que fue utilizada ploteada como ambulancia el 21 de octubre de 2023 en un robo de 530 millones de pesos a una financiera del microcentro porteño, y que apareció incendiada en el partido bonaerense de Lanús.