Un hombre fue asesinado a golpes y piedrazos en la cabeza por al menos cinco jóvenes cuando intervino para defender a un amigo en una pelea registrada en una estación de servicio del partido bonaerense de José C. Paz, donde los agresores arrojaron cascotes, palos y rompieron vidrios, informaron este martes fuentes policiales y judiciales.
La víctima fue identificada por los voceros como Ramón Adrián Bustamante (48), quien al momento de iniciarse la pelea -el pasado domingo- estaba junto a unos amigos y su novia en una pizzería festejando el cumpleaños de otro joven.
De acuerdo a la pesquisa, el hombre intervino para tratar defender a un amigo que instantes antes había mantenido un altercado con un grupo de personas, lo que derivó en una pelea en el playón de la estación de servicio Dapsa situada en Julián Martel y la ruta 197, de ese partido de la zona noroeste del conurbano.
En esas circunstancias, y según quedó registrado en las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad del lugar, Bustamante fue primero golpeado a trompadas y patadas que lo derribaron al piso y, luego, apedreado en la cabeza, hasta que quedó tendido en el piso herido de gravedad.
En las filmaciones se observa que el hombre fue atacado en el piso por al menos cinco jóvenes que lo golpeaban y pateaban hasta que lo dejaron desvanecido. Sus amigos lo subieron a un auto particular y lo trasladaron a un centro de salud cercano, donde murió a las pocas horas a raíz de la gravedad de la herida sufrida en el cráneo.
Esta mañana, uno de los amigos de la víctima, que se identificó como Diego, contó a la prensa que todo comenzó cuando Bustamante, él y otras personas se despedían tras participar de un cumpleaños que se había realizado en su pizzería, que ya estaba cerrada.
"Mi negocio estaba cerrado y estábamos afuera, festejando el cumpleaños de otro amigo. Cuando terminó la fiesta, mi hermano acompaña a un invitado y cuando llega al playón de la estación de servicio fue rozado con una motito con dos (personas) que le pasaron bien rasante. Mi hermano, de manera irónica les dice "¿me quieren robar?" y ahí es cuando Adrián se baja con su pareja y yo con mi pareja", recordó.
"Mi amigo pensó que le querían pegar a mi hermano y se cruzó. Eran como 15 o 20 hijos de puta, una mangas de cobardes. Mi amigo pierde la vida con una banda de cobardes, unas ratas. Yo me acerco para separarlos. Les digo a los que estaban ahí que todo estaba bien y trato de separarlos. Mi amigo intenta también separarlos, se arrima y quiere ayudar, como todo amigo", agregó Diego.
El hombre contó que ellos eran cuatro adultos hombres y cuatro mujeres en la fiesta previa a la pelea."Nosotros no los conocíamos a ellos y ellos tampoco a nosotros. Tenían piedras grandes, palos y tiraban con todo. Yo voy a hacer lo imposible para que lo de mi amigo no quede en la nada", agregó el hombre con la voz quebrada, al tiempo que estimó que la pelea se prolongó unos 20 minutos y los agresores los superaban en cantidad.
"No podemos identificar a nadie y no podemos saber quiénes eran", dijo sobre los atacantes, no obstante agregó que cree que componen un grupo que suele parar en un kiosco 24 horas situado a pocos metros, que ahora está clausurado.
"Le reventaron la cabeza. Me dicen que se complicó y luego que Adrián se había muerto. La vida de mi amigo no me lo va a devolver nadie... La sociedad está muy mal, estamos viviendo muy mal. Adrián era un amigo que vino de La Rioja, se ganó la vida...", expresó Diego y concluyó: "No les importó nada porque esto no fue una pelea, esto fue un asesinato de gente que no tiene dos dedos de cerebro".
En tanto, Luis, dueño de la estación de servicio, dijo que sus empleadas lo llamaron tras el ataque y al llegar "estaba la ambulancia" y la víctima "en el piso".
"No es la primera vez, ya ha pasado tres veces en estos años. El problema es la sociedad que tenemos", afirmó el hombre, quien aportó las cámaras de seguridad de la estación de servicio para que sean analizadas por los investigadores.
Por el hecho aún no había detenidos y la fiscal Silvia Bazzani, a cargo de Unidad funcional de Instrucción (UFI) Descentralizada 23 de Malvinas Argentinas, Departamento Judicial San Martín, procuraba también localizar a testigos presenciales para poder identificar a los agresores y esclarecer el homicidio.
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