Iryna Zarutska murió tras un ataque en la línea Lynx Blue de Charlotte. El agresor fue detenido y enfrenta cargos por asesinato en primer grado.
Una refugiada ucraniana murió tras un ataque en un tren.
Una joven ucraniana de 23 años perdió la vida tras ser apuñalada en un tren de Charlotte, Carolina del Norte, en un hecho que quedó registrado por cámaras de seguridad y conmocionó a Estados Unidos.
La víctima, identificada como Iryna Zarutska, había llegado al país en 2022 junto a su madre y sus hermanos para escapar de la invasión rusa a Ucrania. El ataque ocurrió el viernes 22 de agosto alrededor de las 22, mientras viajaba en la línea Lynx Blue, según informó el Departamento de Policía de Charlotte-Mecklenburg a CNN.
El video del incidente muestra a Zarutska sentándose frente a un hombre que permaneció inmóvil unos minutos antes de sacar un cuchillo y apuñalarla tres veces en el cuello. La joven quedó inconsciente y murió segundos después.
El agresor, identificado como Decarlos Brown, de 34 años y sin hogar, huyó a pie y fue detenido horas más tarde. Brown posee un amplio historial criminal que incluye robo armado, allanamiento y hurto, y había pasado más de ocho años en prisión. Ahora enfrenta cargos de asesinato en primer grado y un juez ordenó una evaluación psiquiátrica de 60 días en un hospital.
Zarutska cursaba estudios universitarios en el Rowan-Cabarrus Community College, trabajaba en Zepeddie’s Pizzería y aspiraba a convertirse en asistente veterinaria. Graduada en Arte y Restauración en Kiev, también diseñaba ropa y esculturas.
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Vecinos y amigos la recordaron por su solidaridad y amor por los animales. “Siempre estaba dispuesta a ayudar”, afirmó un allegado a CNN.
El caso generó repercusiones políticas. El presidente Donald Trump calificó al acusado de “loco” y pidió medidas más estrictas contra el crimen. Stephen Miller, asesor de la Casa Blanca, cuestionó a los grandes medios por no cubrir la noticia.
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La alcaldesa de Charlotte, Vi Lyles, expresó condolencias, aunque recibió críticas por no mencionar a la víctima en sus declaraciones iniciales, y el secretario de Transporte, Sean Duffy, acusó a las autoridades locales de fallas en la prevención.
El asesinato se produce en un contexto en el que la policía había reportado una caída del 25% en los delitos violentos durante la primera mitad del año respecto a 2024. La comunidad migrante reaccionó con solidaridad: una campaña de recaudación en internet superó los US$75.000 para apoyar a la familia de Zarutska.
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