Ubicada en Dunwoody, Atlanta, Estados Unidos, esta mansión de casi 2 mil metros cuadrados fue adquirida por el magnate del hip-hop en 2003, pero la crisis inmobiliaria de finales de los 2000 cambió sus planes.
El estado actual de Casa Nirelle, la mansión que perteneció al P. Diddy
Con el paso del tiempo, el deterioro de la mansión se volvió evidente. Las imágenes que salieron a la luz muestran una propiedad desmoronándose: grafitis cubren las paredes, las puertas cuelgan de sus bisagras y las escaleras están parcialmente destruidas.
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Dentro de la cocina, el aislamiento cuelga del techo, mientras que la basura y los escombros cubren el suelo. La gran piscina de agua salada de 60,000 galones, que alguna vez fue el centro de la diversión, ahora está teñida de verde, con azulejos rotos flotando en su interior.
Uno de los espacios más impactantes de Casa Nirelle es la sala de estar, donde el lujo y el abandono se entrelazan. A pesar de que el candelabro aún cuelga en el centro, las paredes están cubiertas de grafitis y el suelo de madera está arrancado en varias secciones.
El cine en casa, la biblioteca y la sala de juegos también sufren el peso de los años de abandono.
Diddy, quien originalmente compró la propiedad por $2,6 millones en 2003, tenía planes de renovarla y volver a mudarse. Sin embargo, la crisis financiera lo obligó a abandonarla y finalmente venderla en 2007 por solo $1,3 millones, una fracción de lo que había pagado.
A pesar de la venta, la nueva empresa fiduciaria nunca encontró un comprador, dejando la mansión en el olvido.
Las recientes polémicas de Diddy
Actualmente, Diddy enfrenta una ola de nuevas acusaciones de agresión y violencia sexual y sexo facilitado con una sustancia controlada que ocurrieron durante 20 años. El abogado Tony Buzbee reveló en una conferencia de prensa que está representando a 120 personas que acusan al rapero. Muchas de las supuestas víctimas eran menores al momento de los hechos.
Esto derivó en redadas recientes en sus propiedades de Miami y California. Según informes, las redadas fueron parte de una investigación federal por tráfico sexual. Aunque la policía no ha revelado detalles, el abogado de Diddy denunció el allanamiento como un uso "excesivo de fuerza".