Esta mañana, el hijo mayor de Santiago Bal contó -en diálogo con La Nación- que su papá está en coma inducido por una infección en sus pulmones. Ahora el que habló fue Federico, que no pudo contener las lágrimas en comunicación con José María Listorti y Denise Dumas.
“Mi papá no pasa de esta semana. Es una sensación, después dirá la vida. Hace mucho tiempo nos venimos preparando con la familia para este momento. Papá está viviendo unas horas muy difíciles, tiene los pulmones comprometidos, el único riñón que tiene está muy mal, está con una trombosis en las piernas y sin nada de fuerza”, expresó dolido.
El joven agregó que despedir a un padre nunca es fácil: “Está en manos de Dios. Es más el pensamiento de preguntarse a qué precio quiere seguir vivo. Siento que lo mejor es que de a poco se vaya y que tenga paz. Mamá está como un soldado al lado suyo".
"Santiago ya no tiene fuerza. Esta situación es distinta a las anteriores. Están evaluando hacerle diálisis. Mi viejo era un bandido, un galán. Le gusta beber y comer bien. Tomar buen alcohol y pasear. Esto no es vida. Sentiría alivio si se va rodeado de su gente", concluyó con profunda angustia.
Días atrás, en un video que compartió el galán en sus redes, se lo vio a su progenitor muy contento por volver a tomar su gaseosa de naranja favorita. Los médicos hicieron una excepción y le permitieron darle un sorbo al vaso. "Me hace recordar a mi infancia", dijo el capocómico con la voz débil y entrecortada.
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