Té verde sobre los helechos. Sí, suena raro, pero muchas personas lo están haciendo. Esta bebida, conocida por sus propiedades antioxidantes, también puede transformar el aspecto del follaje cuando se aplica de la manera correcta.
El té verde contiene polifenoles, minerales y pequeñas cantidades de nitrógeno, elementos que los helechos pueden aprovechar para revitalizar sus hojas. Según explican quienes lo utilizan, al regar con una infusión bien diluida se observa un color más intenso y un crecimiento más sostenido, especialmente en épocas de calor o cuando la planta viene de un periodo de estrés hídrico.
El ingeniero agrónomo Julián Ferreyra, especialista en fisiología vegetal, señala que el té verde “puede ayudar al desarrollo del follaje siempre que se respete la dilución y no se utilice con demasiada frecuencia”. Según él, los minerales presentes en la infusión actúan como un suplemento suave, ideal para plantas sensibles como los helechos: “Son especies que reaccionan rápido a los excesos. Por eso, lo natural y en dosis controladas suele funcionar bien”.
Uno de los beneficios más destacados es que el té verde mejora la retención de humedad del sustrato, algo clave para este tipo de plantas que requieren ambientes húmedos y frescos. Además, sus compuestos antioxidantes pueden colaborar con la salud radicular, ayudando a que la planta absorba nutrientes de forma más eficiente. Esto se traduce en hojas más grandes, verdes y flexibles, un signo de que el helecho está creciendo en condiciones adecuadas.
Para aplicarlo correctamente, se recomienda preparar una taza de té suave, dejarla enfriar y luego mezclarla con un litro de agua. Con esa solución se riega la planta cada 15 o 20 días, siempre verificando que el sustrato tenga buen drenaje y que no queden restos de infusión estancados. También puede utilizarse en pulverizaciones suaves sobre el follaje, especialmente en ambientes secos.