Durante años, las puertas y frentes con rejas fueron sinónimo de seguridad en los hogares argentinos. Sin embargo, esa estética está quedando atrás. Hoy, una nueva tendencia combina protección, diseño y modernidad con un estilo mucho más liviano y visualmente abierto: los frentes con vidrio laminado de seguridad y estructuras minimalistas.
Lejos de ser una moda pasajera, esta solución se impone tanto en refacciones como en viviendas nuevas, ya que protege el ingreso sin bloquear la vista ni la luz natural. Los vidrios laminados o templados resisten golpes y, en caso de rotura, no se desprenden en fragmentos peligrosos.
Esta tendencia se consolida especialmente en barrios urbanos y residenciales, donde se busca proteger sin transmitir la sensación de encierro. A su vez, el vidrio permite jugar con iluminación cálida o focal, generando un efecto nocturno elegante.
El resultado es una fachada más segura, moderna y funcional, que suma valor estético y sensación de libertad al hogar.