Lo cierto es que durante la década de los 2000, si eras famoso y no eras invitado a las “Freaks Off” de Diddy, no eras relevante. Las fiestas blancas del rapero eran extremadamente exclusivas y reunía a miles de celebridades y personajes notables en un mismo lugar.
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Embed - La HORRIBLE VERDAD detrás de las FIESTAS de Diddy
Inclusive, en una nota que brindó con el medio estadounidense “The Independent”, Diddy se comparó con The Great Gatsby, un personaje multimillonario que organizaba fiestas multitudinarias.
Los fiscales a cargo del caso del productor sostienen que Combs contrataba empleados, facilitadores y trabajadoras sexuales para sus Fiestas Blancas, denominadas “Freaks Off”, además de estar repletas de estupefacientes.
Según los investigadores de la causa, los eventos podían llegar a durar días y en él, abusaban de los participantes y los forzaban a realizar actos sexuales que eran filmados.
En una de los cientos de demandas que se realizó el julio pasado, trascendió la de Adria English, una mujer contratada por Combs para trabajar en una de sus fiestas. En ella, relata algunos de los episodios que vivió en las sombrías fiestas.
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Adria English dijo que le dijeron que usara un vestido negro para la fiesta blanca de P. Diddy, para identificarla como trabajadora sexual.
La mujer afirmó el discurso que varios denunciantes mantienen, donde se le suministraban drogas y licor con éxtasis. Cómo contratada, se le ordenó tener relaciones sexuales con invitados y se la convirtió en un “peón sexual”.
En la demanda, que contiene 114 páginas,detalla que uno de los pedidos del rapero fue que ella llevara un vestido negro que indicaba a los presentes que ella estaba disponible para mantener encuentros sexuales. Posteriormente, explica que le pagaron mil dólares para tener un encuentro con un invitado.
“La verdadera naturaleza de su empleo en las Fiestas Blancas fue grotesca, inexcusable, explotadora y criminal”, sostuvo la denunciante en su demanda.
English también acusó Combs de permitir que otros hombres no identificados la agredieran sexualmente y filmaran los hechos cuando ella se encontraba inconsciente durante una fiesta en Nueva York y otra en la mansión que el rapero tiene en Star Island, Florida.
La última fiesta “icónica” de P. Diddy fue en 2009 en su exclusiva mansión de Beverly Hills. Según sus representantes, los eventos finalizaron porque el rapero “pasaba menos tiempo en Los Hamptons”.
Actualmente, Diddy se encuentra detenido sin goce de libertad bajo fianza y podría enfrentar entre 15 años de prisión, hasta cadena de perpetua, si la Justicia lo declara culpable por los cargos.