Florinda Meza y Roberto Gómez Bolaños vivieron una intensa historia de amor. Todo empezó durante las grabaciones de "El Chavo del 8", época en la que el artista se encontraba casado con Graciela Fernández. La "mamá de Quico", por su parte, disfrutaba de su soltería, y tuvo un breve affaire con Carlos Villagrán, quien tuvo que pedirle ayuda a Chespirito para sacársela de encima.
Varios años después de la muerte del cómico, la actriz abrió su corazón en una entrevista y explicó por qué se negaba a tener relaciones sexuales con su pareja al principio del romance.
“Yo no quería porque era mi jefe y tenía siete valijas de pasado, muy pesadas, una esposa y seis hijos, pero aparte era mi jefe y yo decía 'esto no se debe hacer porque de pronto te quedas sin el hombre y sin la chamba”, reveló en "Suelta la sopa".
Luego, agregó: “Yo lo regañaba mucho por andar con todas. Hasta lo sermoneaba. Un día en Venezuela que veo salir a la camarera arreglándose, abotonándose le dije 'pareces burro en primavera, siquiera selecciona' y ¿sabes qué me contestó? 'ay es que lo pidió como favor'”.
Cuando por fin se entregaron a la pasión ya no hubo vuelta atrás. Se enamoraron profundamente y disfrutaron de sus encuentros fogosos pese a las críticas que recibían.