El 15 de marzo las luces de las aulas se apagaron, los bancos no volvieron a utilizarse y las puertas de los salones se cerraron. Nueve meses después se vio la única posibilidad certera de regresar a las aulas. Desde octubre comenzó el regreso a clases presenciales en las escuelas rurales de la provincia de Santa Fe, pero en las demás ciudades recién en los primeros 15 días de diciembre tuvieron esa posibilidad.
La ministra de Educación de Santa Fe, Adriana Cantero, comentó a Aire Digital que los encuentros eran "necesarios antes de las vacaciones" porque una gran cantidad de docentes esperaban el reencuentro con los estudiantes. Eso fue lo que ocurrió en la Escuela Primaria N°2 General Manuel Belgrano del sur de la ciudad de Santa Fe. Durante los últimos 15 días realizaron encuentros de todos los cursos, al menos una vez en estos 15 días. Se trataron de turnos de media hora cada uno, con una diferencia de 30 minutos entre cada grupo para realizar la higiene. "Se trató de ayudar a que los niños pongan en palabras lo que sintieron durante este tiempo", contó una docente de la institución a este medio. La mujer, aclaró que tanto estudiantes como docentes "se sintieron bien" en esas reuniones al aire libre.
La docente de la escuela santafesina aclaró que nunca se manifestó miedo por parte de las familias de enviar a los chicos a las escuelas. "Lo más difícil de lograr fue la organización de la familia", indicó la mujer. "Muchos papás tenían que trabajar y el tiempo para venir a traer y buscar a los chicos en la escuela era corto", agregó.
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Milagros Montegraldao es madre de dos niños que asisten al colegio privado "San José" Adoratrices de la ciudad. Contó que se tuvo que organizar para llevar y buscar a cada uno de sus hijos en los horarios que le tocaba asistir a las clases, pero que no dudó un minuto en llevarlos. “Fue un año espantoso, enseñar a alguien de primer grado o de sala de 3 sin ser docente fue muy complicado”, narró. “Ver la carita de felicidad de los chicos cuando volvieron a la escuela fue increíble, una experiencia hermosa porque ellos aman la escuela”, expresó.
Para los padres y los estudiantes el año fue difícil, pero para los docentes también. "Fue un año difícil, no lo voy a negar. Tuvimos muchos problemas de conectividad, pero contamos con un equipo docente que se preocupó mucho", indicó Rita Tadiello, directora de la Escuela N°581 Doctor Rodolfo Freyre, ubicado en el noroeste de la ciudad.
En cuanto a los encuentros presenciales, aclaró que hasta el momento no los hicieron porque están esperando recibir los cuadernos educativos de la Provincia. "La semana que viene vamos a empezar la vinculación pedagógica de acuerdo a lo establecido por el Ministerio de Educación", indicó la directora. "Será un encuentro presencial de media hora con desinfección de 30 minutos entre cada reunión", expresó.
A diferencia de las escuelas anteriores, una madre de la Escuela Juan de Garay, Mariza Morra, espera a que le avisen si su hijo de séptimo grado podrá o no asistir a los encuentros antes de que termine el año. “Los de séptimo de la sala C ya volvieron, pero el mío es de otra división y todavía no tuvimos noticia”, relató. Dijo que si la llaman para volver, ella no dudaría ni un segundo en mandar a su nene. “Yo soy partidaria de mandarlo. Si van a la plaza, salen a la calle, asisten a alguna fiesta, por ir media hora a la escuela no pasa nada”, señaló.
Tras la habilitación de los encuentros, en la ciudad de Santa Fe cada escuela tomó la decisión de organizar las reuniones de acuerdo a sus posibilidades. Mientras algunos regresaron a asistir todos los días y hasta dar algunos contenidos del año académico, otros esperan aún la posibilidad de reencontrarse con sus compañeros y docentes en las aulas.
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