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Economía reservas | Sergio Massa | Banco Central

Reservas: Sergio Massa ahora busca el auxilio del FMI y de la banca internacional

El ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, necesita con urgencia obtener nuevo financiamiento internacional para evitar una nueva corrida cambiaria y bancaria.

Las reservas del Banco siguen en niveles críticos. El Banco Central informó que en “en julio las reservas internacionales del BCRA cayeron 4.555 millones de dólares, finalizando el mes en un nivel de 38.232 millones de dólares. Esta disminución fue explicada principalmente por los pagos netos al Fondo Monetario Internacional (FMI), a otros organismos de crédito y de intereses y capital de títulos en moneda extranjera emitidos por el Gobierno Nacional por el equivalente a 2.667 millones de dólares y por las ventas netas del BCRA en el mercado de cambios. Adicionalmente, se produjo una caída de la cotización en dólares estadounidenses de los activos que componen las reservas, como así también en las tenencias en moneda extranjera de las entidades”.

Al 23 de agosto, ya bajo el Ministerio de Sergio Massa, las reservas sumaban 37.024 millones de dólares. Son 1.208 millones de dólares menos que a fines de julio, mientras continúan sin avanzar las negociaciones para que el campo liquide los cereales-fundamentalmente soja- que ayuden a contrarrestar esta impresionante caída de las reservas.

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Las reservas del Banco Central siguen siendo críticas.

Las reservas del Banco Central siguen siendo críticas.

Es evidente que Sergio Massa necesita con urgencia obtener nuevo financiamiento internacional para evitar una nueva corrida cambiaria y una eventualmente bancaria. No lo logró con el campo. Por eso ahora apunta hacia los bancos internacionales y al propio FMI. El problema es que ese financiamiento depende, eventualmente, de nuevos requisitos, condiciones y hasta un compromiso de devaluar el peso, como viene reclamando el campo y sectores industriales.

No obstante, Massa intenta contemporizar mediante la oferta de tipos diferentes de cambio a cada sector de la economía; el vice de Economía, Gabriel Rubinstein, aboga por un desdoblamiento cambiario – uno comercial, otro financiero.

Dado el impacto que tendrá en la deuda pública y en el agrandamiento del déficit financiero del Tesoro y la inflación, y sin reservas del Banco Central, cualquiera de estas variantes llevaría a una devaluación generalizada del peso.

En tanto, se reabrió la discusión salarial porque con paritarias que este año acordaron aumentos del 60% en cuotas quedan retrasadas frente a la inflación que se proyecta por encima del 90%.

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Massa junto al presidente Alberto Fernández.

Massa junto al presidente Alberto Fernández.

Luego del 7,4% de inflación de julio, agosto se proyecta con un 6 ó 6,5%, lo que está llevando a definir esa discusión salarial entre una suma fija para los sectores de menores ingresos y/o una reapertura generalizada de las paritarias.

En favor de esa reapertura hay que considerar que el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil redefinió los valores hasta noviembre y que la actividad productiva se mantiene en buenos niveles, con mayores exportaciones por los altos precios internacionales, mientras en el plano doméstico la inflación obliga a anticipar o acelerar compras para evitar un deterioro mayor del bolsillo o del stock de comercio y fábricas.

Massa logró un avance político-económico importante con el nombramiento de Gabriel Rubinstein como viceministro de Economía y con el recorte presupuestario en áreas tan sensibles como Educación, Salud, Vivienda y partidas provinciales sin que el kirchnerismo ni siquiera elevara la voz o se movilizara como lo hubiera hecho si estuviese en la oposición. Es una señal kirchnerista importante para la gestión de Massa/Rubinstein.

Finalmente, el contexto político –por el pedido de condena a Cristina Kirchner– vuelve a tensar las relaciones entre el oficialismo y la oposición, lo que puede llevar a trabar acuerdos en el Congreso, en relación a las leyes claves.

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