Emprender la actividad laboral, con indumentaria de diseño, cómoda y segura de a poco va dejando de ser un problema. Incluso si se trata de tareas que se realizan en minas, en pozos petroleros o en la montaña, tener un outfit fashion hoy forma parte también del mundo del trabajo.
Pachamama Clothes es una marca de ropa que nació, justamente, pensando en todas esas personas que necesitan prendas especiales por estar expuestas a condiciones climáticas extremas y que a la vez quieren verse bien y estar cómodas.
La firma confecciona ropa unisex, pero pone el foco “en las mujeres que trabajan en industrias históricamente maculinizadas dónde ellas teníaN que usar prendas de hombre que les quedaban grandes y que resultaban incómodas”.
“La PACHAMAMA nos representa como cultura en el norte y me encanta porque es una mujer, porque de ahí venimos y hacia allí vamos. Simboliza lo que yo soy y lo vinculo a la ropa: el norte clásico con lo canchero y moderno”, explica Dianela Juncos, fundadora de la marca.
La emprendedora pudo interpretar esa necesidad y así nació esta idea que puso en marcha sus máquinas de coser a principios de este año y que hoy es proveedora de más de 20 empresas llevando vendidas en tan sólo 6 meses, aproximadamente más de 1.100 prendas a talleres mecánicos, estaciones de bomberos, empresas agrícolas y mineras.
Para su creadora, “hoy las mujeres que se están incorporando a trabajos de campo en la industria minera, por ejemplo, salen a la montaña con prendas especialmente diseñadas para estar a la intemperie y acordes a su fisonomía y talle”.
Las trabajadoras pueden medirse y probarse los modelos en el showroom de venta directa dentro del cual también funciona el taller en el que 10 mujeres cosen los diseños exclusivos.
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“El logro más grande “es haber formado un grupo de mujeres modistas que aprendieron a confeccionar estas prendas con materiales de primera calidad y con una confección que tiene que ser excelente por el tipo de clima al que están expuestos los trabajadores”.
A través de encuestas que realizaron en áreas de RRHH de distintas empresas de la puna salteña, Dianela Juncos y su equipo notaron que los trabajadores demandaban diversidad de talles, prendas coloridas, cómodas y acordes a cada tipo de trabajo.
Junto a una diseñadora que interpretó el concepto, más la inspiración que encontraron en ferias dónde, por ejemplo, se exhibía ropa vintage del ejército coreano, lograron concretar un catálogo que hoy incluye alrededor de 13 productos que conforman la vestimenta completa de una persona que tiene que subir a la mina. Son prendas primera piel, modelos diferentes de pantalones y camisas, chombas, remeras, camperas polar y buzos con diseños exclusivos.
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Emprender y comenzar con una idea
El vínculo de Dianela Juncos con la minería surgió a través de un trabajo familiar relacionado con la aeronáutica y allí se dio cuenta de que en ciertas actividades faltaba ropa diseñada exclusivamente para las mujeres. “Eso, junto a mi gusto por el tejido y las prendas técnicas me impulsaron a abrigar. En la puna se pasa frío, hay mucho sol y el viento no cesa. Quise enfocarme en esas personas que están dándolo todo allí.
“Los trabajadores de la puna son quiénes me inspiran”. Cuando uno decide comenzar un negocio nuevo, “anímicamente tenes muchas dudas sobre cómo va a funcionar el emprendimiento pero creo que el momento más difícil del proceso puede haber sido a la hora de conseguir el financiamiento porque te piden requisitos y te ponen condiciones como si fueras una gran empresa y vos estás dando los primeros pasos, por eso uno pone en pos del proyecto los ahorros y pide dinero prestado a los familiares y amigos. Por suerte también hay grupos privados de personas que quieren ayudar a los emprendedores”.
Emprender en estos tiempos es muy desafiante porque “hay errores, reprocesos, tiempos que son los que no proyectaste o problemas en el abastecimiento de las telas que son técnicas e importadas. Hay prendas que salen mal y se desechan, colaboradores que se van, pero a mí me gusta el crecimiento firme y sostenible”, dice Juncos. Por eso, el próximo paso es duplicar el personal y agrandar el taller.
También van a lanzar productos nuevos como “ropa de oficina más liviana, una campera náutica canchera de media estación y estamos incorporando elementos de seguridad como cascos, guantes, anteojos y medias como si fueran accesorios que uno usa para lookearse, pero adaptados para la tarea y el lugar de trabajo”.