Presentamos un repaso visual, que nos ayude a comprender, qué pasó con la economía en los primeros 365 días de Javier Milei en el poder.
Este 10 de diciembre se cumple el primer año de Gobierno de Libertad Avanza y se puede observar que el programa de estabilización que decidió aplicar el equipo económico consistió, de entrada, en una combinación de shock fiscal, apretón monetario y gradualismo cambiario.
La economía de la "Era Milei"
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El presidente Javier Milei junto al "Sillón de Rivadavia.
Para la Libertad Avanza, “el rumbo es claro”, el ministro de Economía, Luis Caputo, aplicó desde el arranque un mix de “ajuste fiscal -para achicar el déficit récord- combinando con un apretón monetario, luego de una fuerte devaluación del peso que inmediatamente se trasladó a los precios”.
Motosierra fiscal: del Déficit al Superávit innegociable
En la óptica del equipo económico, con las primeras políticas se evitó “caer al precipicio”, que sería haber entrado en una hiperinflación, pero a costa de una marcada recesión que se siente en todos los bolsillos. El ajuste tuvo consecuencias.
La inflación y la marcha de los precios
Apenas asumió, Javier Milei ajustó +118% el dólar oficial y comenzó a corregir los desequilibrios de precios regulados. Así, la inflación llegó en diciembre la +25,5% mensual, el registro más alto para un mes desde febrero del 1991 (27%).
Desde ahí, sentó las bases para aplicar tres medidas claves: un feroz ajuste fiscal, acompañado con la política de “emisión cero” comandado por el Banco Central que fijó un régimen cambiario de crawling peg del 2% mensual.
En el corto plazo, esto sirvió como ancla de la inercia, moderando las expectativas de devaluación. Así, la inflación empezó a desacelerar fuertemente, hasta llegar a perforar el 3% mensual.
Según las últimas proyecciones, el 2024 concluirá con un salto del IPC de 120%.
El rumbo del Dólar
En el inicio de la gestión, el Banco Central aplicó un fuerte ajuste cambiario que llevó el dólar mayorista de $400 a la línea de los $800 y desde ahí decidió fijar un esquema de “microdevaluaciones diarias” a un ritmo del 2% mensual, para dar previsibilidad sobre la evolución del tipo de cambio.
Esto desinfló la brecha cambiaria que hoy se ubica en mínimos desde que regresó el cepo en 2019. Por su parte, los dólares alternativos se encaminan a terminar el 2024 casi sin variaciones.
Reservas del Banco Central
En el arranque, el efecto licuadora y motosierra acomodó “transitoriamente” y a fuerza de una tasa ultra negativa, el esquema de balance del Banco Central. De esta forma, pudo recomponer casi US$ 10.500 millones de reservas brutas, se reestructuró la deuda con importadores y desactivó la bomba de Leliqs.
Recorte de Tasas y Pasivos del BCRA
Milei había anticipado su política de shock, antes, durante y después de las elecciones. Incluso lo reafirmó en varias entrevistas, cuándo dijo: que nadie puede sorprenderse ya que “estoy haciendo exactamente lo que dicen los libros de textos”.
Esto generó un golpazo a la economía real y se notó en distintos indicadores de industria, construcción y consumo que se encuentran en números rojos desde hace tiempo.
Monitor de economía
Una economía real muy golpeada.
Ahora, en el segundo round, peleará con un objetivo mayor, buscará romper con la dominancia fiscal que lleva años en Argentina.
Para Milei, según su visión, ese será su principal éxito, en la práctica la madre de todas las batallas sería eliminar toda asistencia monetaria que otorgue el Banco Central al Tesoro Nacional.
El ABC que expone el manual de estilo de Javier Milei, funcionaría así: al sostener el equilibrio fiscal, no se genera un déficit que necesite financiarlo y el Estado reestructura sus gastos de acuerdo a lo que le ingresa.
La apuesta por el sector exportador
Con un dólar más competitivo y el repunte de la producción del agro que dejó atrás la sequía de años anteriores, dinamizó las exportaciones. Sumado a una menor demanda de importaciones del sector productivo, por el efecto recesivo en la economía doméstica, posibilitó consolidar una balanza comercial positiva.
Sin embargo, la apreciación cambiaria de los últimos meses encendió algunas alarmas en el ritmo de generación de divisas por el circuito comercial.
Con un nivel alto de precios internos, la estrategia oficial de adoptar una apertura de importaciones con un tipo de cambio barato -luego de casi un año sin variaciones- puede demorar aún más la llegada de la recuperación proyectada para 2025.
El Riesgo País
El indicador financiero que está relacionado al nivel de confianza y riesgo de que el país incumpla con sus deudas, cuanto más alto sea, más caro será la “sobre tasa” que le demandarán al Estado al momento de buscar financiamiento en los mercados de crédito tradicionales, ya que los inversores pedirán un mayor rendimiento.
Durante el 2024 el indicador retrocedió casi un 60% y se encuentra en el nivel más bajo desde el 2019.
"Recalculando": los frentes abiertos del programa
En un país que no crece de manera sustentable desde el 2011, con salarios que en términos reales atrasan 20 años y que convive con una deuda social enorme del 50% de la población por debajo de la línea de pobreza.
La crisis de ingresos y la pobreza
Entra en el centro de la escena la “capacidad de consolidación de las medidas” que quiere aplicar el Gobierno, no solo su estrategia, sino cómo responde la sociedad, que atraviesa una crisis severa.
¿Cómo se hace para anclar las expectativas con el derrumbe de recursos que genera la recesión? ¿Es sustentable el recorte de gasto, la estabilidad cambiaria con dólar barato, el freno a la obra pública, la caída de ingresos reales a los jubilados?
ANSES: idas y vueltas con la Movilidad Jubilatoria
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Evolución de las jubilaciones mínimas que paga la ANSES durante el 2024.
En un sistema republicano, las reformas posibles deberán generarse bajo las bases del consenso con respeto a las instituciones y eso se logra tendiendo puentes, entusiasmando y obteniendo resultados que perduren en el tiempo que se consoliden con leyes en el Congreso.
En solo un año, Javier Milei pude festejar que domó algunas variables y logró equilibrios macro que ayudaron a mejorar las perspectivas para los próximos meses, pero aún falta mucho para romper con las dinámicas de “crisis recurrentes que supimos construir”.
Ahora, el Gobierno tiene la vital función de consolidar la recuperación sin perder de vista la demanda social, de una Argentina que incluya a todos y que necesita mucho más que “déficit cero” para desarrollar su potencial.
Los argentinos solemos decir que “somos excelentes pilotos de tormentas, con una notable capacidad de resiliencia”, pero nos debemos una oportunidad para planificar el largo plazo entre todos y aprender a navegarlo con previsibilidad, sin turbulencias, desde una mirada integral, que componga la fractura social, con reglas de juego claras, sin egoísmos y estabilidad.