Entre los temas incluidos por el presidente Javier Milei dentro de la Ley Ómnibus enviada al Congreso Nacional, se encuentra la reforma de la actual ley de biocombustibles por la cual se eliminan los precios y cupos de abastecimiento por parte del Estado nacional y se habilita las empresas petroleras a importar biodiesel desde otros países.
La iniciativa generó un fuerte malestar en las provincias productoras –entre las cuales Santa Fe es la más importante– y también dividió a las cámaras que reúnen a los fabricantes de biodiesel, que tienen posiciones distintas respecto de la propuesta de Milei.
Para la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), la apertura comercial impulsada por Milei “se traducirá en mejoras en calidad de producto, nuevos desarrollos de biocombustibles avanzados y otras aplicaciones, con las consecuentes inversiones en el sector que generarán más y mejores opciones para el consumidor”.
En cambio, desde la Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (Cepreb) señalaron que “los cambios implican directamente mandar a la quiebra a las empresas pymes productoras de biodiesel destinado al corte obligatorio para ser mezclado con diésel de origen fósil”.
Las diferencias se explican según el mercado donde operan las distintas empresas. Aquellas que pueden exportar –una posibilidad que se fue cerrando cada vez más por las regulaciones externas– apoyan los cambios de Milei, mientras que las firmas que abastecen al mercado local no quieren que se avance en las modificaciones que propone el presidente.
El gobierno de Santa Fe tomó posición a favor de las empresas radicadas en la provincia y llevará sus reclamos directamente a la Casa Rosada. Según informaron fuentes oficiales, está previsto que este lunes la vicegobernadora Gisela Scaglia y el ministro de Desarrollo Productivo Gustavo Puccini se reúnan con el ministro del Interior, Guillermo Francos, junto a funcionarios nacionales y de otras provincias para discutir los alcances de la reforma que promueve Milei.
La evolución de la industria del biodiesel en la Argentina y en Santa Fe
La producción de biodiesel es transversal a la economía de Santa Fe y, desde la asunción de Javier Milei, viene sufriendo un marcado boicot por parte de las provincias petroleras. Como trasfondo, asoma el debate –que irá escalando con el paso del tiempo– sobre las características de la matriz energética de la Argentina.
La provincia de Santa Fe tiene 19 plantas de biodiesel en las que se produce el 82% del total a nivel nacional. Se trata de una industria que creció en forma exponencial en los últimos 15 años y sus impulsores destacan que genera empleo, valor agregado y que no es contaminante.
La producción y el porcentaje del corte de biodiesel en los combustibles que se comercializan en el país están regulados por la ley de biocombustibles, llamada formalmente Régimen de Regulación y Promoción para la Producción y Uso Sustentables de Biocombustibles, sancionada el 19 de abril de 2006 y promulgada por el gobierno nacional el 12 de mayo de ese mismo año.
De acuerdo al texto sancionado por el Congreso, se entiende por biocombustibles al bioetanol, biodiesel y biogás producidos a partir de materias primas de origen agropecuario, agroindustrial o desechos orgánicos y que cumplan los requisitos de calidad que establece la ley nacional.
Al momento de su sanción, el corte obligatorio era del 5%. Con el paso de los años y el crecimiento del sector, el porcentaje fue subiendo hasta llegar al 10% durante el gobierno de Mauricio Macri. En 2021, cuando venció el plazo de 15 años fijado en la primera ley, se discutió una nueva normativa en el Congreso que determinó –hasta el año 2030– porcentajes menores de corte que afectaron directamente a las industrias radicadas en Santa Fe.
En la actualidad, debido a los problemas de abastecimiento de combustibles, el corte de biodiesel se ubica en el 7,5%. Pero ahora, con la llegada de Milei al poder y a partir del envío de la Ley Ómnibus al Congreso, el tema volvió a fojas cero. El objetivo del nuevo gobierno es desregular por completo la actividad.
Biocombustibles: el reclamo de Santa Fe a la Nación
Este lunes, el ministro de Desarrollo Productivo, Gustavo Puccini, junto a la vicegobernadora de Santa Fe, Gisela Scaglia, se reunirán en Buenos Aires con autoridades nacionales para plantear la posición de la provincia en torno a la ley de biocombustibles.
El ministro Puccini señaló este fin de semana que “hay un lobby petrolero que perjudica directamente a Santa Fe. En nuestra mirada, tenemos que ir a un esquema similar al de Brasil, donde vienen aumentando el corte de combustibles fósiles. Para que haya más producción de biodiesel, debemos fijarlo en un mínimo del 10% y llevarlo a un 14% en 2024 y a un 15% en 2025. El mundo va en este camino y no podemos permitir que Argentina retroceda”.
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Puccini también remarcó que “tiene que ser una reforma que contemple a todos, pero en defensa de las industrias que ya están dentro del mercado, y sin sumar el impuesto que le cobran a las petroleras porque el biocombustible es no contaminante. Hay industrias que han hecho inversiones con un marco legal que las protegía hasta 2030; no se pueden cambiar las reglas de juego”.
La postura de los productores sobre los cambios en la ley de biocombustibles
En diálogo con AIRE, presidente de la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio). Luis Zubizarreta, reconoció que “actualmente hay algunas industrias instaladas en la provincia de Santa Fe que abastecen el mercado interno, pero hay otras que no tienen acceso a ese mercado. Nosotros creemos que lo más razonable es que haya competencia y que no haya discriminación”.
Además, el empresario se mostró a favor de que haya “incentivos” para que la producción sea más eficiente, “de modo tal de bajar los costos y poder vender más barato”. “Ese es el modelo del mercado libre, de la competencia. Nosotros creemos que ese tiene que ser el modelo”.
“Las empresas que no son eficientes tienen que revisar sus costos para tratar de ser competitivas. En Santa Fe, la mayoría de la industria del biocombustible es competitiva, por lo tanto, hay que animarse a entrar en este modelo y generar incentivos para el consumidor reciba el combustible lo más barato posible”, agregó Zubizarreta.
—El gobierno de Santa Fe dice que hay un lobby de las provincias petroleras contra el biodiesel. ¿Cuál es su punto de vista?
—Todas las industrias hacen lobby, la del petróleo también lo hará para que el corte sea lo menor posible. Nosotros creemos que, en un mundo que mira cada vez más la sustentabilidad, claramente las energías sostenibles son las que priman y la Argentina tiene que ir en esa dirección. Hay que trabajar para paliar el impacto ambiental que generan los combustibles fósiles. Además, Argentina produce biocombustibles a costos muy competitivos, con lo cual creemos que las provincias de la Región Centro tienen que empujar una agenda ambiental y de biocombustibles para el país.
—¿Es necesario aumentar el corte de biodiesel en los combustibles? Y en tal caso, ¿a través de qué tipo de mecanismo?
—Hay que replicar lo que está haciendo Brasil con un corte creciente de biocombustibles, pero en un esquema donde haya competencia. Es viable replicar lo de Brasil tanto en etanol como en biodiesel con un esquema de competencia, con cortes cada vez mayores, graduales y crecientes. No tenemos ningún problema en que haya un intercambio de biodiesel entre ambos países. Pero, claramente, tienen que estar abiertos los dos mercados: tanto el brasilero para los productos argentinos, como el argentino para los productos brasileros.
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