El clima relajado que se respira en Unión, producto de los buenos resultados en las últimas semanas, se ve amenazado por estas horas con una nueva inhibición que complica aún más al club de cara al mercado de pases que se avecina.
El uruguayo Jonatan Álvez se suma a los reclamos vigentes de Plaza Colonia de Uruguay e Independiente Medellín de Colombia, mientras que Capiatá de Paraguay pide el pago de 375.000 dólares por dos cuotas del pase de Junior Marabel.
En el caso de Álvez, quien dejó el club a finales del año pasado, presentó un reclamo ante la Fifa por unos 300.000 dólares.
Unión se encuentra actualmente inhibido por deudas por el arquero Santiago Mele y de Bryan Castrillón. Un nuevo frente de conflicto se abre con Capiatá, cuyo presidente, Ezequiel Ramírez, informó hoy que ese club de la tercera división del fútbol paraguayo no ha cobrado nada de los 500.000 dólares por la compra del 60% del pase de Marabel, de los cuales están vencidas dos cuotas por un total de 375.000 dólares.
De acuerdo a información vertida desde Unión, lo "bueno" de estas deudas es que no necesariamente deben abonarse en su totalidad, sino que se puede llegar a un acuerdo de pagos.
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