El jugador de 28 años tiene un largo recorrido en el fútbol argentino: surgió en Newell’s, explotó en Platense y llegó al Globo en este mercado de pases desde el Ludogorets de Bulgaria.
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Matías Tissera, de la Liga Profesional a la cárcel
El caso se inició cuando Matías Tissera, de 28 años, estaba jugando en el club Ludogorets Razgrad de Bulgaria. Antes de viajar hacia allí, el futbolista, nacido en Rojas, compró un terreno y le pagó a la firma Vilahouse de la familia Ferrara diez mil dólares para que le armen allí una casa prefabricada. “Era para la cuñada”, le confirmó su abogado a este medio.
El tema es que la casa no se hizo jamás y cada vez que Tissera reclamaba, se encontraba con dilaciones. “Esa firma estafó a más de 600 personas y mi cliente lo único que quería era que le cumplieran con lo pactado o le devolvieran la plata. Una y otra vez charló desde Bulgaria para encontrar soluciones y jamás se las dieron. Por eso contactó a alguna gente para que vaya a pedir ese dinero de su parte y éstos se habrían extralimitado”, dijo Allende Posse. “Es más, Matías no los conoce, los contactó por referencias”, añadió.
Sin embargo, el jugador fue denunciado por la empresa por “amenazas y extorsión”. De acuerdo a lo que investiga la Justicia, Tissera habría ido con un grupo de personas para presionar.
En ese sentido, la fiscal determinó que existe riesgo de fuga y por eso, ordenó su detención cuando iba a Brasil para jugar con Huracán ante Corinthians. Desde ese entonces, está detenido a la espera de una resolución.
