Estudiantes de Río Cuarto volvió a hacer historia y en el 2026 jugará en la Primera División del fútbol argentino tras la final a Deportivo Madryn. Entre sus referentes está Gonzalo Maffini, el defensor se había ido del León a Unión para cumplir el sueño de jugar en la elite.
El "Huevo", como le dicen, terminó siendo el capitán y símbolo del equipo que ascendió de la mano de Iván Delfino. El futbolista había dejado Río Cuarto para instalarse en Santa Fe, pero por la familia se fue antes de firmar contrato con Unión. Estuvo en Belgrano y regresó a Estudiantes para cumplir el sueño de ascender con el equipo de su ciudad.
Gonzalo Maffini terminó siendo el capitán y símbolo del equipo que ascendió de la mano de Iván Delfino.
Gonzalo Maffini se fue sin firmar en Unión
Gonzalo Maffini, quien llegó a Unión en la era del Kily González, se fue luego de estar unos días en Santa Fe y el motivo fue 100%100 familiar. Sobre el tema de su salida del Tatengue hay que decir que la mujer del "Huevo" es ingeniera agrónoma y debía trabajar en Córdoba, ya que requieren de su presencia diariamente.
Según averiguó AIRE en su momento, a ellos se les iba a hacer imposible viajar con frecuencia hasta Santa Fe por las seis horas que separa la ciudad de Río Cuarto con la capital santafesina y más con un bebe de un mes y medio.
Gonzalo Maffini no quería estar solo en Santa Fe y la ausencia de su familia pesó mucho mientras entrenaba en Unión hasta que decidió comunicar su tema persona con el cuerpo técnico y los dirigentes.
La tercera es la vencida
Gonzalo Maffini estuvo en las dos finales de 2021 que se les escaparon a los celestes, ante Sarmiento y Platense. Aquellas noches le dejaron una marca. “En esas finales era más chico, tenía menos partidos. Hoy estoy tranquilo”, había confesado antes de esta serie. Y lo demostró: lideró, ordenó, habló, sostuvo. Fue capitán de alma, no solo de cinta.
Parte grande de este logro lleva también el sello de Iván Delfino. Maffini lo definió como “el mismo en la final que en la primera fecha”, un DT que sostuvo el barco incluso en tormenta. Esa calma fue contagiosa y el capitán la transformó en fortaleza dentro de la cancha.