Con su habitual tono crítico, pero reflexivo, Bonadeo comenzó su descargo sin nombrar directamente a Anello: “No voy a hacer mención de la persona involucrada porque mi viejo me enseñó a no referirme a categorías del ascenso, en forma simbólica”. Y rápidamente sentó postura: “Primero, quiero repudiar, por un lado, los dichos y, por otro, expresar mi solidaridad con Juan Román Riquelme. Es repugnante, doloroso para nuestro oficio”.
Bonadeo repudió con dureza los dichos de Anello contra Riquelme: “El oficio necesita gente más culta”
Bonadeo no solo se enfocó en lo ofensivo de los términos utilizados por Anello —quien llegó a calificar a Riquelme de “negro ignorante” en una emisión radial—, sino en lo que eso representa para la profesión periodística.
LEER MÁS ► Violento ataque a Agustín Rossi en Brasil: le dispararon al auto tras volver de jugar la Copa Libertadores
“La verdad que, como ejercicio de la profesión, uno puede decir cualquier cosa. Pero no ser peyorativo con una multitud de personas que viven en el mundo”, remarcó. Y agregó con firmeza: “Quiere sofisticar palabras sin entender que esas palabras no son las correctas. Me da pena que se haga periodismo de esa manera. La profesión necesita gente más culta”.
El periodista también rescató una charla íntima con el padre de Riquelme, a modo de reivindicación del esfuerzo y la superación personal del ídolo xeneize. “¿Sabés lo que es para un chico que no se pudo dedicar al estudio, llegar hasta donde llegó Román como jugador?”, reflexionó Bonadeo. “Es como cuando el kirchnerismo salió a atacarlo a Tevez o a Agüero”, comparó.
Además, recordó un episodio emblemático que tuvo como protagonista negativo al propio Anello: “Nos comimos casi un año sin declaraciones de los jugadores de la Selección Argentina a la prensa culpa de esta ‘bestia’, que acusó a Lavezzi de drogón, como si fuera un calificativo y no un problema”. Aquel episodio, ocurrido en 2016, provocó un histórico silencio de los futbolistas hacia los medios.
Bonadeo también dejó en claro que no celebra que nadie pierda su trabajo, pero subrayó que existen límites que no pueden ser cruzados: “A mí no me gusta que la gente se quede sin laburo. Pero hay límites que no se pueden cruzar. Fue una actitud de mierda”.
