Ferro aprovechó el bajón anímico de Quilmes y profundizó su mal momento. Lo bailó 4 a 1 en el estadio Centenario y volvió a meterse en puestos de Reducido e hizo que su rival se alejara de San Martín de San Juan. Cuando el "Verde" se retiraba con música hubo incidentes con los locales.
Si hay algo en el fútbol que no se tolera es la cargada o el festejo cuando se está en condición de visitante. Suele pasar cuando un equipo da la vuelta olímpica en casa ajena o como pasó en el estadio de Quilmes con la salida de los jugadores de Ferro con música a todo volumen después de golear al Cervecero en su casa.
Ganó de visitante, se retiraba con música a todo volumen y los rivales lo fueron a increpar
Ganó Ferro y festejó todo Caballito, pero tras el partido hubo incidentes en cancha de Quilmes. Directivos del "Cervecero" increparon a Rodrigo Saracho por irse del Centenario escuchando música a todo volumen con su parlante, después de la goleada.
"Maleducado, la con.... de tu m.....", fueron algunos de los insultos que se escucharon en la zona de vestuario. El dirigente se acercó al grupo de jugadores de Ferro para que apaguen la música porque estaban en la casa de Quilmes.
Quilmes buscó pero no consiguió empatar
Los intentos de reacción de Quilmes quedaron sepultados en el inicio del complemento, cuando Mateo Levato estiró la ventaja al minuto luego de que un gran pase de Ricky Blanco.
A partir de ahí, Ferro creció en confianza y lastimó con mucha facilidad: el propio Levato metió el tercero después de una corrida de Nicolás Retamar y Franco García convirtió tras una media vuelta. ¿Luego? Fabián Bordagaray hizo el descuento, aunque demasiado tarde. Así, Oeste armó una fiesta y tuvo su canilla libre.