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Emiliano Bortolotto: el santafesino de 16 años que ganó tres títulos en un año y fue convocado para jugar al básquet en un club italiano

El joven santafesino del Club Banco Provincial viajará a Mantua, al norte de la región italiana de Lombardía, para formar parte del equipo JBC Curtatone y seguir creciendo como jugador profesional.

Desde los siete años, Emiliano Bortolotto vive sus días acompañado de una pelota de básquet. Ante su desempeño como pivote en Club Banco Provincial y con apenas 16 años, lo contactaron desde Mantua, Italia, para formar parte del equipo JBC Curtatone. “Me siento privilegiado de que se me presente esta oportunidad y por supuesto que voy a aprovecharla”, expresó emocionado en diálogo con AIRE.

Una semana antes del viaje que cambiará el curso de su vida, Emiliano Bortolotto recibió a AIRE y habló de sus sensaciones, aprendizajes, anécdotas y expectativas en esta nueva oportunidad que se le presenta.

El joven santafesino de 2,01 metros de altura juega al básquet en el Club Banco Provincial desde los 7 años. Entrena en las categorías U16, U18 y primera, además va al gimnasio y entrena extra, lo cual lo ayudó a conseguir el nivel que tiene.

Su paso por Banco es increíble. En 2019, cuando estaba en la categoría U13, salieron campeones del torneo local luego de jugar la final contra Rivadavia Juniors. El año pasado no pudieron competir en la Liga Provincial debido a que su entrenador tenía síntomas de covid, lo que hizo que los descalificaran automáticamente. Luego de eso, llegaron a la final del torneo, pero perdieron contra Rivadavia. “Este año fue casi perfecto. Ganamos la apertura contra Rivadavia, ganamos la Liga contra San Lorenzo de Tostado y también ganamos el Clausura contra Gimnasia y Esgrima. Ganamos los tres torneos que hubo. Este año fue hermoso”, expresó emocionado.

“En la apertura del torneo local me vieron desde Europa, más precisamente de Italia, y hablaron con mi entrenador, me pidieron el número de mis papás y se comunicaron con ellos”, explicó Emiliano y siguió: “Ahí empezamos a organizar todo el tema de la ciudadanía italiana, porque ellos me la piden. Te piden un par de requisitos, pero pudimos cumplir con todo para que me pueda ir”.

El club que lo reclutó se llama JBC Curtatone y se encuentra en Mantua, una ciudad rodeada por tres lagos artificiales, en el norte de la región italiana de Lombardía. Bortolotto comentó que tiene un compañero, Enzo Peralta, que se fue hace unos meses en condiciones similares a las que le proponen a él. Esto le sirvió de referencia, le contaron cómo son los torneos, los entrenamientos y las distintas particularidades del lugar.

Sus padres, Daniel y Marisa, se comunicaron con los de Enzo para saber más sobre los trámites de la ciudadanía italiana. Esto les brindó seguridad para comenzar a tramitarla en el poco tiempo que tenían antes de que él emprenda viaje.

El club JBC Curtatone le ofrece a Emiliano un contrato de cuatro años. “Voy a vivir a media cuadra del club, en un departamento. Voy a tener acceso a todos los entrenamientos, también los personalizados, ahí en el club. Con el tema de la escuela, la voy a terminar a distancia de manera online. También me dan una bici para que me pueda manejar y ellos me cubren todos los gastos de comida, hospedaje y todo lo que necesite”, dijo.

Emiliano no emprende este viaje solo. El 3 de enero su padre irá junto a él y se quedará unos 20 días en Italia para terminar con los papeles de la ciudadanía y conocer en forma directa el ambiente en el que vivirá su hijo. “Él se vuelve, pero yo me quedo seis meses aproximadamente. El 28 de junio vuelvo a Santa Fe hasta fines de julio porque tengo un mes de vacaciones”, contó Emiliano.

Las emociones previas al viaje que le cambiará el rumbo de su vida

—¿Por qué elegiste el básquet?

—Yo empecé porque tenía un amigo en la escuela primaria, en el Almirante Brown, que me insistía con que arranquemos a jugar juntos. Empecé a probar, me gustó, así que desde los siete años que estoy con el básquet.

—¿Qué sentís por el básquet?

—Es un deporte que es hermoso. No se puede explicar lo que se siente. Cuando empezás a competir, más allá de perder o ganar, porque eso es lo de menos, te divertís porque ya tenés un grupo de amigos, hay confianza. Es una linda experiencia jugar al básquet.

—¿Tus compañeros cómo se tomaron la noticia?

—Estaban muy contentos, me felicitaban y me decía que me iban a extrañar. Me hicieron una bandera en la que me escribieron mensajes para que me la lleve de recuerdo.

Emiliano Bortolotto video

Despedida de Emiliano Bortolotto en Club Banco Provincial.

—¿Cuál es tu sueño?

Mi sueño es ser jugador profesional de básquet. Quiero ver si allá lo puedo cumplir o puedo mejorar un poco para seguir creciendo y mejorando.

—¿Cuáles son tus expectativas?

—Espero mejorar. Si es que me vuelvo a la Argentina o me quedo allá, lo que quiero es mejorar. Esa la idea y es por eso viajo.

Los sentimientos de tener a un hijo a más de 11.800 kilómetros de distancia

Sabemos que el apoyo de los padres es fundamental en todos los momentos de la vida, pero hay en situaciones en que se vuelven más necesarios más que nunca. Daniel Bortolotto, papá de Emiliano y de la pequeña Dana, habló con AIRE sobre los momentos previos al viaje de su hijo a Italia.

Emiliano Bortolotto 3
Emiliano Bortolotto junto a su padre Daniel.

Emiliano Bortolotto junto a su padre Daniel.

Daniel es ingeniero y tenía en mente que su hijo continúe por la misma línea. “Ya me lo imaginaba estudiando en la UTN, que queda acá a tres cuadras de casa, pero a él le gusta jugar al básquet”, expresó. Con Emiliano llegaron al acuerdo que, si bien va a jugar al básquet en Italia, también se debe capacitar.

La incertidumbre fue un factor que estuvo presente desde el primer contacto, hace cinco meses, pero siempre priorizó lo que Emiliano quería hacer. “Le dije que lo voy a acompañar en lo que él quiere. Que encare esto como él quiere hacerlo. Yo creo que me lo va a recriminar toda la vida si le niego esto. De parte nuestra no queremos que él se vaya de acá, pero es su deseo”, comentó Daniel.

Como padre estuvo presente en muchos de los partidos de su hijo, pero no se había percatado de que había coachs de otras localidades observando a Emiliano. “Emiliano fue creciendo un montón. Cuando empezaron a llegar mensajes de España, de los coachs de acá, yo no conocía bien ese mundo, así que le empecé a preguntar a él qué era todo eso. Me explicó que veían los partidos, que estaban pendientes y que era una oferta que a él le interesaba y le gustaba”, explicó.

Si bien la felicidad es la emoción principal en estas situaciones, el miedo también se hace presente. “Le pregunto todos los días qué quiere hacer y me responde que quiere ir, quiere viajar. Él me dice que lo va a enfrentar. Te digo la verdad, él nunca estuvo tanto tiempo afuera de su casa, nunca subió a un avión. Es todo nuevo para él y yo no quería dejarlo solo en todo esto, así que lo voy a acompañar”, dijo.

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Emiliano Bortolotto junto a su padre Daniel y su hermana Dana.

Emiliano Bortolotto junto a su padre Daniel y su hermana Dana.

—¿Qué es lo que te dijeron desde el club?

—Todos te manifiestan lo mismo, ellos lo necesitan ahora, quieren capacitarlo y le ofrecen gratuitamente toda esta enseñanza. Lo invitan a enseñarle, pero es a esta edad. Por eso yo lo pensé, pero no puedo titubear o esperar a que sea mayor de edad porque para esto no funciona. Tiene que ser ahora los 16 años, todos me lo dijeron. Es más, viajamos ahora porque si lo dilatamos un par de meses más, como lo habíamos hablado, no llega a jugar una determinada cantidad de partidos, hasta el regreso en junio, y ya nos les sirve.

—¿Qué otro requisito te pidieron?

—La ciudadanía italiana es otro requisito. La verdad es que yo nunca me lo había planteado así y fue un error porque es para brindarles a mis hijos, Emiliano y Dana. Ahora me propuse que, más allá de como siga esto, voy a tratar de lograr la ciudadanía y por eso viajo también. Él la necesita. Ahora viaja con un soggiorno de actividad educativa. Son permisos que les dan para continuar luego de los 90 días que tiene. El día 91 él estaría ilegal allá, entonces necesito un permiso para que él pueda continuar hasta junio que regresa. Este soggiorno me da más tiempo a mí para poder terminar todos los trámites.

—Y hoy, ¿qué sentís?

—Yo estoy convencido, por eso lo voy a acompañar. Nunca le negué nada, jamás le dije que no y lo acompañé en todo. Creo que lo voy a sentir después, cuando lo deje en Italia. ¿Te imaginas cuando me tenga que volver?

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