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Dora María Bavio, la balcarceña que derribó prejuicios e hizo historia en el Turismo Carretera

Dorita Bavio se transformó en 1970 en la segunda mujer en correr en el Turismo Carretera. Su historia explica por qué la convicción y la pasión derriban los prejuicios e inspiran a generaciones futuras.

No abundan figuras femeninas en la historia del automovilismo, tanto a nivel nacional como internacional, pero en Argentina se destacan un par de ejemplos que fueron pioneras, inspiraron a otras y abrieron puertas para generaciones futuras.

Uno de los casos más resonantes es el de Dora María Bavio, la balcarceña que, al igual que Juan Manuel Fangio -su coterráneo-, inmortalizó su nombre en la historia del deporte motor argentino producto de sus buenos resultados y el respeto que se ganó en el circuito, tanto de parte de otros pilotos como del de los espectadores.

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"Balcarce es algo así como la cuna del automovilismo. Yo no podía escapar de esa magia de la velocidad", contó Dora Bavio.

"Balcarce es algo así como la cuna del automovilismo. Yo no podía escapar de esa magia de la velocidad", contó Dora Bavio.

Nacida el 16 de julio de 1942, "Dorita" se apasionó por los autos desde muy pequeña, en el campo de su papá, donde manejó su primer vehículo: un tractor. Como contó ella en diferentes entrevistas, se metía entre el ganado, por terrenos insospechados e, incluso, iba hasta el pueblo. "Balcarce es algo así como la cuna del automovilismo. Yo no podía escapar de esa magia de la velocidad", relató la propia Bavio.

Con fe ciega en sus capacidades y aptitudes al volante, las carreras a bordo de un auto preparado para competir no iban a tardar en llegar. A los 22 años debutó como piloto en Turismo Mejorado (hoy Turismo Nacional). Fue el 1 de mayo de 1966 en la "Vuelta de Lobos". Conduciendo un Renault 1093, Dora consiguió llegar en sexta posición de la clase B y empezó a ser respetada entre sus pares.

"Antes de largar, cuando la gente nos rodea y cuando los periodistas tratan de lograr una nota me siento un poco nerviosa. Pero una vez en carrera la cosa cambia", reconoció Dorita sobre qué sensaciones la atravesaban previo a la largada.

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A los 22 años debutó como piloto en Turismo Mejorado (hoy Turismo Nacional). Fue el 1 de mayo de 1966 en la "Vuelta de Lobos".

A los 22 años debutó como piloto en Turismo Mejorado (hoy Turismo Nacional). Fue el 1 de mayo de 1966 en la "Vuelta de Lobos".

Ya en competencia, Bavio, quien nunca se sintió o creyó que por ser mujer piloto era "inferior" a los demás, relató cómo el trato con los demás competidores: "Son siempre gente macanuda, nos pasamos caramelos de auto a auto, nos preguntamos los unos a los otros si tenemos problemas, nos ayudamos. Muchas veces me pasan en plena carrera y me hacen seña para que me ponga detrás, así ellos me llevan con la chupada de su auto. En fin, el ambiente es macanudo".

Carente de supersticiones o prácticas mágicas que la ayuden a alcanzar sus objetivos, la balcarceña tenía en claro que sus resultados iban a ser producto de su capacidad. "Dependo de ella", decía con seguridad.

Llegó 1970 y era momento de dar un salto. Para competir en Turismo Carretera cambió el Renault por un Peugeot 404, auto con el que saltó definitivamente a la fama al convertirse en la segunda mujer en correr en la categoría, luego de lo hecho por Delia Borges en 1951. Marisa Panagópulo fue la tercera en 1996.

En 1985 corrió en el Rally de la República Argentina con un Peugeot 504 y en 1995 lo hizo a bordo de un Suzuki Swift.

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ara competir en Turismo Carretera cambió el Renault por un Peugeot 404, auto con el que saltó definitivamente a la fama al convertirse en la segunda mujer en correr en la categoría, luego de lo hecho por Delia Borges en 1951. Marisa Panagópulo fue la tercera en 1996.

ara competir en Turismo Carretera cambió el Renault por un Peugeot 404, auto con el que saltó definitivamente a la fama al convertirse en la segunda mujer en correr en la categoría, luego de lo hecho por Delia Borges en 1951. Marisa Panagópulo fue la tercera en 1996.

Nunca se sintió intimidada por los prejuicios. La gracia o las frases desafortunadas que escuchaba en un principio cuando comenzó a competir se convirtieron en pleitesía con los resultados que cosechaba y su actitud al volante. "Esta no llega ni hasta la puerta de su casa", solían decirle. Pero su convicción no la hizo claudicar, además, la historia jugaba a su favor.

Pocos años antes, en el Gran Premio Standard que se corrió en 1962, dos pilotos mujeres sorprendieron a todos y ganaron la carrera de punta a punta. Conocidas como "Las Suecas" (aunque una era alemana), su historia también inspiró a otras a cumplir sus sueños, entre ellas, a Dora Bavio.

Ewi Rosqvist y Ursula Wirth las suecas gran premio standard
Ewi Rosqvist y Ursula Wirth, “Las Suecas” (en realidad Ursula había nacido en Alemania) habían ganado la general batiendo el récord establecido el año anterior por Schock. Y siguieron al frente de la general venciendo también en las cinco etapas restantes, un hecho nunca igualado en la historia de los grandes premios, subiendo el promedio general establecido en 1961 en 5,64 km/h.

Ewi Rosqvist y Ursula Wirth, “Las Suecas” (en realidad Ursula había nacido en Alemania) habían ganado la general batiendo el récord establecido el año anterior por Schock. Y siguieron al frente de la general venciendo también en las cinco etapas restantes, un hecho nunca igualado en la historia de los grandes premios, subiendo el promedio general establecido en 1961 en 5,64 km/h.

"Con ellas decían lo mismo cuando las vieron salir y ganaron el Gran Premio de punta a punta. Primeras en la general y en cada una de las etapas. Eso no quiere decir que yo me considere tan buena volante como las suecas. Es un ejemplo que traje a raíz de la reacción del público", comentó Dorita sobre por qué no se dejó influir por las opiniones externas.

La tenacidad de Bavio no fue en vano. Muchos registros de sus carreras se perdieron con el tiempo, pero su legado alcanzó de sobra para inspirar a varias mujeres que se animaron a tomar el volante para medirse codo a codo en el mundo de la velocidad.

Dora María Bavio, fue y será una referente histórica del automovilismo argentino que, por fortuna, cuenta con decenas de casos de mujeres que derrumbaron prejuicios y demostraron sus condiciones a la par de los hombres. Delia Borges, Delfina Frers, Romina Ré, Natalia Masip, Ianina Zanazzi, Marisa Panagópulos, Maria de los Angeles Hanhcik, Violeta Pernice, María Abatte, Alicia Reina, Virginia Klus, Meliza Prevedello, Valeria Mattaruco, Nadia Cutro, Silvina Genjo, Renata Méndez, Roxana Tardito, Alejandra Rodríguez, Claudia Teatini, Julia Ballario, Julieta Fernández, Laura Caivano, Estefanía Hernández, Lucila Díaz, Andrea Di Palma, Karina Furlán, Gisela Segade Sánchez, Lorena Blanco y Josefina Vigo son algunas de las mujeres que, antes o después, siguieron los pasos de "Dorita".