Tomás Steizel, un joven de 19 años nacido en Argentina, es un ejemplo de determinación y adaptación. Tras haber jugado al fútbol en el club Atlanta, en enero de 2023 se mudó junto a su familia a Israel, donde se unió al ejército debido al servicio militar obligatorio para los residentes de entre 18 y 21 años.
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La situación en la que se encuentra no es fácil, dado el histórico y tenso conflicto entre Israel y Palestina, especialmente agravado desde el 7 de octubre del año pasado tras un atentado terrorista del grupo Hamas y la consecuente respuesta de Israel.
En una entrevista con el diario Clarín, Steizel expresó su compromiso y preparación para su nueva vida: "Nunca imaginé estar preparado para una situación así. Siempre quise sumarme al ejército y defender a mi país". También compartió detalles sobre su rutina y las exigencias del entrenamiento militar: "Supe que echaron a algunos por no sonreír lo suficiente. Ellos quieren que estés orgulloso de ser parte. No les interesa que seas el primero en terminar las pruebas, sino que el primero sea el último y el último sea el primero. Si no llegamos todos juntos, no somos un buen equipo".
Tomás Steizel, quien jugaba en Atlanta, se mudó a Israel con su familia
Criado en el barrio de Flores, en la Capital Federal, Steizel realizó sus estudios secundarios en Vélez Sarsfield y jugó en las Inferiores del Bohemio antes de mudarse a Israel. Refleja un cambio drástico en su vida: "Pasé de ser un jugador del club Atlanta a estar en el ejército y manejar armamento especializado en la otra punta del planeta. Siempre quise ser combatiente".
Aunque viajó junto a sus padres y su hermana, Tomás Steizel encontró en Israel a su hermano mayor, Alan, quien se había mudado desde Argentina en 1989. Actualmente, Steizel se hospeda en el cuartel Har Qeren. "En la parte donde vivo, cuando suena la sirena, tenés de 15 segundos a un minuto y medio para llegar al refugio", comenta Steizel. Además, destaca que los búnkers están equipados con heladeras y hasta mesas de pool y ping-pong, lo que refleja la preparación y el apoyo que reciben.
Cálido recibimiento en Israel
Tomás también habló sobre el cálido recibimiento que él y su familia han recibido del pueblo judío en Israel. "El pueblo judío nos ama y nos ayuda en todo. Nos regalaron heladeras, sillones, camas. De todo desde que llegamos", explicó a Clarín. Esta ayuda ha facilitado su adaptación y ha sido crucial para su nueva vida en Israel, donde decidió mudarse no solo por el servicio militar, sino también para estudiar y trabajar.
Un factor decisivo en la decisión de mudarse fue la posibilidad de practicar su religión sin dificultades. Steizel reveló: "En Argentina no te ayudan a ser judío. En los días festivos, conseguir alimentos especiales es demasiado caro y acá casi te lo regalan". Esta facilidad para vivir según sus creencias y tradiciones ha sido un alivio significativo para él y su familia, contribuyendo a su sentido de pertenencia y bienestar en su nuevo hogar.