La Selección Argentina jugó este miércoles, ante Polonia, un partido para la historia. Esos partidos que serán recordados por siempre debido a la supremacía que marcó ante su rival. Fue 2-0 –y pudieron ser más– y con ese resultado la Selección albiceleste selló su clasificación a octavos de final en el Mundial Qatar 2022.
El conjunto dirigido por Lionel Scaloni ganó su grupo y de esa forma evitará cruzarse con Francia, el campeón vigente. Ahora se viene Australia, el sábado a las 16 (hora Argentina) por un boleto a los cuartos de final.
“Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar. Quiero ganar la tercera”, fue la frase más cantada por la hinchada argentina en el estadio 974 de Doha, tal como había pasado el último sábado en el partido contra México.
Como reza esa estrofa, el triunfo de la Argentina contra Polonia es una victoria para volver a ilusionarse. Por cómo jugó el equipo, por la manera en que se terminó quedando con el partido y porque el equipo volvió a las bases: volvió a ser aquel 11 titular que salía a la cancha y ganaba en cualquier lado.
No tenemos que olvidarnos: La Scaloneta acumuló 36 partidos invictos hasta el fatídico encuentro ante Arabia Saudita por la primera fecha del grupo C del Mundial Qatar 2022.
Lo más importante es que Argentina recuperó la memoria, dentro y fuera del campo de juego, y ahora todo el país volvió a creer. Por Messi, por Scaloni, por Dibu Martínez. Por los históricos referentes y por los recién llegados –Alexis Mac Allister, Julián Álvarez, Enzo Fernández y un largo etcétera–, a los que no les pesó la responsabilidad.
Ante Polonia, Argentina tuvo el control durante los 90 minutos. Nunca sufrió ni pasó sobresaltos, a pesar de que Messi marró un penal en el primer tiempo.
Argentina fue ganando confianza con el correr de los minutos, jugada tras jugada. Cada uno de los futbolistas argentinos marcó diferencias desde lo conceptual y desde lo futbolístico. El partido fue una obra de arte y Dibu Martínez estuvo de espectador, como si estuviese sentado en la privilegiada primera fila de un teatro.
Pese a todo lo bueno que mostró, el equipo de Scaloni se fue al descanso 0-0. Un resultado no era bueno porque en el otro partido, México o Arabia Saudita, cualquiera de ellos con solo marcar un gol, podrían haber arruinado el sueño argentino.
Eso no pasó. Ni bien inició el segundo tiempo, Alexis Mac Allister –en una jugada colectiva fenomenal– marcó el primer gol del partido y a partir de ahí todo fue del equipo celeste y blanco.
El de este miércoles fue un enorme partido de Enzo Fernández y de Rodrigo De Paul, que volvió a ser el mismo de sus mejores momentos. Además, el entrenador argentino apostó por Julián Álvarez –un jugador muy joven– y este le devolvió la confianza con un golazo al segundo palo del arquero polaco.
Ganamos y nos llenamos de ilusión. Tenemos el pecho inflado de tanto fútbol. Messi, Di María, De Paul, Otamendi: todos dieron muestra de carácter y dejaron en claro cuál es el lugar de la Selección Argentina.
Con este rendimiento, ahora sí la Selección Argentina se pone en carrera en el Mundial.
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